ESTA semana nos hemos vuelto a despertar con un nuevo escándalo chavista. Al parecer, ETA, las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC) y las Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL) se han adiestrado en Venezuela con el beneplácito y la cobertura del régimen de Hugo Chávez. Así lo denuncia el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en un auto de procesamiento contra seis etarras y siete terroristas colombianos, en el que, además, pide al Ministerio de Asuntos Exteriores que haga las gestiones necesarias ante Venezuela para que facilite la extradición de varios de los procesados.

La justicia hace su trabajo y pide al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero colaboración para poder juzgar a todos estos "supuestos" criminales, pero nosotros no podemos (ni queremos) quedarnos ahí. En estas cosas hay que ser contundentes y por eso le exigimos que haga todo lo que esté a su alcance para acabar con el refugio de etarras en el que se ha convertido Venezuela.

No basta con pedir explicaciones a Chávez por ayudar a ETA, hay que ser más rotundos. Sobre todo si tenemos en cuenta que, hace unos años, Chávez quiso ofrecer la nacionalidad venezolana a José Lorenzo Ayestarán, uno de los etarras detenidos el pasado domingo en Francia, para evitar su extradición.

Escandaloso nos parece que otro de los procesados, Arturo Cubillas, ocupe un alto cargo en el Gobierno venezolano desde que Chávez está en el poder y que su mujer sea directora general del Gabinete del presidente.

Pero ahí no queda la cosa, parece que los etarras que se entrenaron con las FARC en Venezuela fueron acogidos en ese país por un miembro de la Dirección de Inteligencia venezolana. Incluso tenían escoltas militares.

Descarada y vergonzosa nos parece la complicidad de Chávez con una banda de terroristas que tanto daño ha hecho a este país, pero también nos parece totalmente inadmisible que a nuestro Gobierno, con todos estos datos sobre la mesa, le falte determinación y mire para otro lado como si no pasara nada.

La detención de etarras es siempre una buena noticia, pero para que el fin de la banda armada esté cada vez más cerca es necesario también acabar con todos los paraísos con los que cuentan los terroristas para huir de la justicia y vivir impunes. Sobre todo porque estos "refugios" les sirven para rearmarse y luego regresar e incorporarse a la banda terrorista. Éste es el caso de Ayestarán, que viajó desde Caracas a Francia con el principal objetivo de volver a atentar.

Ante tantos despropósitos, Chávez debería dar las explicaciones suficientes, y, de confirmarse la colaboración del Gobierno venezolano con ETA, España debería plantearse seriamente romper relaciones. Más que nada porque estamos convencidos de que nuestro país no puede mantener ningún tipo de alianza con los que fomentan, apoyan y/o amparan a bandas que atentan contra la vida.

Insistimos. Resulta inadmisible que un Gobierno reconocido internacionalmente apoye a ningún grupo terrorista, y mucho menos que España y Europa lo permitan o mantengan posturas tibias.

Ante estos indicios, Chávez no sólo no ha dado explicaciones de ningún tipo. Simplemente, niega las acusaciones; ningunea a Zapatero y dice que no tiene por qué darle explicaciones de nada. No confirma si va a colaborar en la extradición de los terroristas y se burla del juez Velasco y del Gobierno español al asegurar que esta acusación es fruto de "un pasado colonial". Resulta burlesco y fuera de contexto hacer este tipo de afirmaciones ante un asunto de la gravedad del que nos ocupa, a la vez que denota un desprecio total hacia la Audiencia Nacional.

No obstante, peor que todo esto es que nuestro ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, defienda las relaciones que mantiene con Chávez por "carecer de todos los datos" y se excuse ante él diciéndole que no tiene nada que ver con el auto que le acusa. ¿Pero, qué más le hace falta saber para comprobar la deslealtad del Gobierno venezolano?

El "gorila rojo" es un golpista revestido de democrático que utiliza la democracia a su antojo y que se está burlando de Moratinos, a quien llamaban "Curro" en la escuela y al que sólo se le entiende cuando habla en "tagalo". Tampoco lo ha sabido hacer con Cuba y criticamos que defienda a los mandatarios de un país que deja morir a la gente que piensa diferente. Vergonzoso, como también lo son las declaraciones del actor Willy Toledo, quien se ha comportado como un auténtico histriónico, al no reconocer que Orlando Zapata murió por no estar de acuerdo con el régimen.

Volviendo a Chávez, la verdad es que poco esperamos de un hombre que se rio del Rey de España y que está contribuyendo a dinamitar la democracia venezolana, pero ante la respuesta que ha tenido el Gobierno español, parece que tampoco debemos aguardar nada de nuestros representantes. Además de su fría actuación al conocer los indicios que apuntan a una colaboración entre el Ejecutivo venezolano y ETA, la documentación incautada a los terroristas la semana pasada nos ha permitido conocer cómo se negoció con ETA la impunidad para Jarrai y el Partido Comunista de las Tierras Vascas a cambio del abandono de las armas.

Finalmente, la negociación acabó en nada, pues se demostró que era una treta de la banda terrorista para ganar tiempo con el fin de volver a atentar. Lo hizo y mató a dos personas en la T-4 de Barajas, pero, al ver el contenido de estos documentos, confirmamos que la paz tenía un precio quizás demasiado alto.

En definitiva, este país no se merece una política exterior tan errática, tercermundista, manipuladora y embustera como la que ahora mantienen desde Moncloa.

alarco@tenerife.es