"LA PALABRA dada", como tituló el alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, el artículo que publicó, días atrás, en este periódico refiriéndose a las obras ejecutadas en el cauce del santacrucero barranco de Santos, está, digamos, empezando a cumplirse pero no totalmente cumplida porque aún faltan trabajos y, naturalmente, tiempo para ejecutarlos. Pero ya es meritorio lo que se ha hecho, como he dicho en comentario anterior sobre este tema.

Zerolo, quien ha elogiado la iniciativa en el proyecto de la obra de su antecesor en la alcaldía, José Emilio García Gómez, con cuya amistad me honro y a quien verdaderamente estimo, traza en este nuevo artículo, con acierto, la idiosincrasia del chicharrero, mote que, tengo entendido, nos endosaron los laguneros de pocos siglos atrás cuando Santa Cruz pasó a ser ciudad después de sus comienzos como pueblo de pescadores. Porque, la verdad, Aguere, ciudad noble y altanera, llamada "de Los Adelantados", siempre miró con celos los progresos de los "chichas" y no nos han perdonado que pasaráramos a ser la capital de Canarias; y hasta mis tiempos de estudiante en los centros laguneros llegó ese mirar a los "chichas" por encima del hombro.

Miguel Zerolo destaca de sus paisanos su seriedad y su palabra, que hacían innecesarios los documentos y, en especial, su sentido crítico, pero razonable y sincero, que nunca es un reproche sino como un consejo o una ayuda para que las cosas se hagan mejor.

Pero admite también el alcalde la existencia de quienes dice, "se revuelcan continuamente en el fango de la acusación". Y tiene razón Zerolo, pero creo yo que esto es como una especie de pandemia producto de la situación que estamos viviendo y padeciendo. Comprendo que un gobernante que trabaja incansablemente por su ciudad reciba, a cambio, desagradecimientos, pero Miguel Zerolo sabe lo que es esto y ni se asusta ni va a dejar de hacer las cosas por lo que digan o piensen.

La obra del barranco de Santos no se ha terminado. Faltan fases de la misma según el proyecto de Palerm y Tabares de Nava, que es la firma de arquitectos que lleva adelante el empeño. Tampoco será barato ejecutar el proyecto. Pero ya avanza y hay voluntad y entusiasmo para llevarlo adelante por lo mucho que beneficiará a la ciudad cuando, además de lo mucho que contribuirá a mejorar el tráfico urbano, hay varios recintos deportivos cuya utilización por jóvenes y menos jóvenes beneficiará notablemente a Santa Cruz que, incluso para el turismo visitante, presentará una nueva y atrayente cara hasta ahora inédita.