1.- Los lectores están al loro. Y me alegro. Muchasal loro. Y me alegro. Muchas cartas apoyándome en mis críticas a las murgas y algunas, pocas, insultándome; es mi sino. Un lector me advierte, con toda la razón, de que los protagonistas de la película "Tal como éramos", que se reencuentran, ella repartiendo propaganda contra la caza de brujas, a las puertas del hotel Plaza, de Nueva York, eran y Robert Redford; y no Richard Gere, como yo escribí. El caso es que quería poner en mi artículo el nombre del actor que correspondía, pero se me fue el baifo. Nunca creí que había sido Gere el protagonista, entre otras cosas porque acabo de ver la película. Se me fue la imaginación hacia Julia Roberts y Richard Gere en "Pretty Woman". Lo siento. Ha subido la media de comunicantes de cada día, que me llenan el correo y tantas veces me lo dislocan. Una señora protesta por mi parcialidad en algunos temas. Le respondo que yo soy un sujeto, no un objeto; por lo tanto no puedo ser objetivo, sino subjetivo. He dicho muchas veces que la objetividad no existe. Lo dije también en la Universidad de Navarra, en el cierre de un congreso de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, hace años, en el que discurseé por enfermedad de mi entonces presidente, el ya fallecido Luis Apostua. Y fui muy aplaudido. Dije: "No somos objetos, sino sujetos; rindamos tributo a la subjetividad llena de buena voluntad y de honestidad". O algo así, recuerdo.

2.- Hay verdaderos caballeros entre mis comunicantes, que me dan lecciones de discreción. Que me entienda quien me tiene que entender. Y me cuentan que no gustó demasiado el pregón carnavalero de Juanito Cruz, en Las Palmas. Mucha gente se levantó y se piró. Fue Saavedra, puede que a instancias del periodista Salvador García, quien llevó hasta aquel escenario al pequeño portuense, un nuevo zorro plateado del periodismo; que está en todas. Lo mismo dicta un pregón que hace una tortilla de entrevistas. Lo llamaron baboso en algunos medios. Pues no sé. Del pregón no voy a hablar porque ni lo he oído ni lo voy a leer. Pero el hombre está hasta en la sopa. El otro día me lo saqué de una muela. Debió de ser que se estaba bañando en el plato de un restaurante y me tocó a mí.

3.- Cada vez se me hace más pequeño este espacio para todas las cosas que tengo que contar. Por eso me explayo los domingos. Han protestado hasta las dragsqueenes, a los/las que llamé canariones tuneados. ¿Es que se ha perdido el humor carnavalero? Recuperen esa trasgresión o suspendan la fiesta. ¿O no?

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