No reconozco en Fuerteventura el PP al que pertenezco. Pensaba que no podía haber nada peor que los dirigentes de un partido a los que pillan con facturas falsas para destinar dineros públicos al beneficio privado y del propio partido. Pero en Fuerteventura sí lo hay: esos mismos dirigentes obligando a "comerse el marrón" de las facturas falsas a un subordinado para quedar ellos impolutos. Siento vergüenza ajena. Lo único que se me ocurre es pedir perdón al pueblo de Fuerteventura en su nombre, ya que ellos no son capaces de hacerlo.

Y pedir perdón a Santiago Santana. Él es una persona seria y trabajadora que por circunstancias del destino ha acabado sometido al yugo del PP de Águeda Montelongo, y, no contenta con ello, la señora le obliga además a hacer de escudo protector para que encaje todas las flechas a ellas dirigidas por su mala gestión de los dineros públicos. Con este yugo y esas flechas, Águeda Montelongo ha dado un paso más en la degradación de la vida política majorera. Hasta ahora nadie había llegado tan lejos como para pretender humillar, someter y arrastrar por el suelo mediático -y me atrevería a decir hasta legal y administrativo- a una persona seria que merece el máximo de los respetos. Águeda recupera el fascismo, el sometimiento irracional al líder, la disciplina del partido como única forma de vida.

Santiago no redactó ni firmó ni envió ni conoció previamente el contenido de ese escrito que se le atribuye a él. Alguien del PP de Puerto del Rosario utilizó su cuenta de correo electrónico y suplantó su identidad. Lo puedo asegurar porque así me lo confirmó el propio Santiago. Luego vinieron los almuerzos, las promesas y las palmaditas en la espalda de este costalero involuntario a mayor gloria de Su Excelencia, designado por el todopoderoso partido para ser inmolado públicamente una vez acabe el acarreo del trono popular en estas próximas elecciones.

Pido a todos el máximo respeto para Santiago y todo el apoyo necesario; solo Dios sabrá lo que está teniendo que soportar para asumir ahora como propio el escrito. Y animarle a dar un paso al frente, a salir del yugo y esquivar la flechas, a dejar el trono en una esquina y trabajar unidos en la regeneración de este Partido Popular de Fuerteventura, que, cada día que pasa, huele peor. A la dirección nacional del PP (porque de la regional de Gran Canaria no creo que pueda esperarse nada; quizás tras el 22M sí desde Tenerife) solo le pido que aporte sentido común y democracia a este PP majorero, que evite la humillación permanente a la que somete las siglas y la imagen del Partido Popular.

Confío en que la reunión de este próximo fin de semana en Fuerteventura sea el principio del fin del PP de Águeda y el germen del nuevo Partido Popular de Fuerteventura. Todos los participantes vamos a trabajar por ello para dignificar nuestro PP y en beneficio de Fuerteventura.

Guillermo Concepción

(Vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura. Consejero de Seguridad y

Emergencias)

Elecciones a la vista

Como pueden ustedes suponer, nada más lejos de mis intenciones que tratar de descubrir que volverán a sacarse las urnas de los sótanos donde han estado guardadas, y que los aspirantes a salir de ellas entronizados ya han comenzado a enseñar la patita para que tengamos conciencia de quiénes pueden ser nuestros valedores en un próximo futuro para resolver, supuestamente, aquellos problemas que tengamos a bien encomendarles.

Pretendo más bien hacer hincapié en la situación en la que quedamos los solicitados votantes, antes de la consulta, en los comicios e incluso un tiempo después de los mismos, hasta que los confirmados tomen posesión de sus canonjías y adquieran la suficiente soltura como para tomar cartas en los asuntos.

En las oficinas municipales los titulares salientes sin posibilidad de reenganche ya están en situación de cesantes, carecen de poder y, si me apuran, de amigos, y ya puede usted estar esperando alguna solución que va dado. Pero es que los aspirantes a la continuidad están con el seso sorbido, tratando de adivinar si los consejos de los muñidores serán lo suficientemente eficaces, o deben seguir pensando que nada se puede comparar a una buena campaña bien regada con excelente vino tinto del país, llevando como "conducto" unos buenos platos de carne de cabra.

Tuve oportunidad estos días de escuchar que unos cuantos miembros de determinado partido habían solicitado en la isla majorera que les autorizasen a dejar de trabajar en sus puestos oficiales, no así a prescindir de cobrar, y que la superioridad les había dicho eso de "nasti monasti".

Hace algunas semanas rogaba encarecidamente a las gentes de Urbanismo que tuviesen a bien proceder -si lo consideraban oportuno- a la reapertura de la calle Juan de Padrón, cerrada el pasado septiembre entre las calles Miraflores y Carmen Monteverde por un incendio provocado por un pirado pirómano. En realidad, más de tres años desde que se solicitó que tapiasen este solar, punto de trapicheo de drogas y alojamiento de indeseables. En Urbanismo no habían dado señales de vida para solventar el asunto, a pesar de los trastornos que nos ocasionaban a los vecinos. Desgraciadamente para los usuarios de la zona, no hablamos de la avenida Tres de Mayo chicharrera ni de la madrileña Gran Vía. Desesperados, pensábamos tener que aguardar el santo advenimiento, dicho sea con todos los respetos, pero nos ha llegado nuestro particular plato de carne de fiesta, y en menos de diez días tendremos resuelto tan demorado problema. Derribadas las paredes y murado el solar, se acabó la rabia. Loadas sean por siempre estas y otras futuras elecciones.

Si nos molestamos en enfrentar el tema de la judicatura, de los cargos y funciones de los jueces, la cosa continúa tomando un lamentable color. No creo descubrir nada nuevo si digo que no está una parte importante de la ciudadanía satisfecha en demasía con la evolución que estos importantísimos miembros de la sociedad están dando a sus funciones. No parece de recibo comprobar cómo en lo tocante a ciertas personas, de forma crónica, o sea, nada excepcional -lo que podría aceptarse-, los procesos en que se encuentran empapelados desaparecen de los juzgados al igual que los yogures de los estantes de los supermercados, por caducidad. Tenía uno la sensación de que estas eran cosas serias, como una parte importante de las intervenciones quirúrgicas, y aunque es cierto que en ocasiones se cita para ser operado a un paciente ya fallecido, no es ni mucho menos tan frecuente como el fallecimiento de los procesos, especialmente los de personas de reconocida relevancia. También es verdad que una gran proporción de los mismos acaban agotando todas las instancias, y entre pitos y flautas los legajos se amontonan cargados de polvo y ácaros sobre todas las superficies donde puedan ser apilados.

Detalles, verbigracia, tan poco congruentes como hacer novillos por depresión durante un par de trimestres, sin ser echado de menos en el puesto de trabajo, sin dejar de percibir los emolumentos obligados y sin cursar la baja reglamentaria.

Resulta verosímil pensar que esto haya animado a uno de nuestros más lúcidos y barbudos articulistas a proferir su escatológica frase: "Si esto es justicia y disciplina, que me toquen el caño de la orina". Con perdón.

José Luis Martín Meyerhans

Custodia compartida: derecho legítimo

Dice la Constitución española que todos somos iguales ante la ley. Pues, señores, no es así... porque un padre divorciado puede, en caso de desacuerdo de los progenitores, obtener por defecto la custodia compartida de su hijo en comunidades autónomas como Cataluña, Valencia, Aragón, Navarra, etc., y no en Santa Cruz de Tenerife. ¿Dónde está la igualdad de derecho para todos los españoles? Como dijo una amiga letrada de esta comunidad, "Miguel, la Justicia no siempre es justa".

Soy uno de tantos padres de los que desgraciadamente nos estamos perdiendo parte de la infancia de nuestros hijos, y reivindico el que no se cuestione cuándo puedo o no estar con él. Tengo todos los puntos en cualquier estudio psicológico infantil viables para una custodia compartida: un trabajo con un horario ideal para los niños (veinte días libres al mes para estar con mi hijo veinticuatro horas diarias), una relación civilizada con la madre, un domicilio cercano al materno y un entorno familiar estable. Entonces, ¿por qué me encuentro con tantas barreras y un tanto por ciento tan bajo de probabilidades de compartir con mi hijo un tiempo tan legítimo como el que disfruta su madre? Desde un punto de vista psicológico, la custodia compartida es lo más parecido a lo que tenían los niños antes del divorcio.

Creo que es respetable, y está en todo su derecho que una persona quiera divorciarse, pero lo que no es justo, respetable y mucho menos legítimo es que por un derecho que parece divino y dado por los jueces y fiscales le den la guarda y custodia monoparental a un solo progenitor. Señores, la custodia compartida no debe ser una guerra, debe ser simplemente el bienestar de nuestros niños, disfrutar de ellos el mismo tiempo que sus madres. Señores jueces y fiscales, un divorcio nunca es agradable, todo lo contrario, pero no hagamos más dolorosa la situación. De vez en cuando deberían ponerse en la piel de todos y cada uno de los padres que cada mañana nos despertamos sin el beso de buenos días de nuestros hijos. Estas son mis palabras, pero estoy seguro de que también son las de muchos padres que viven mi misma situación.

Miguel Cifre

(Santa Cruz de Tenerife)

Carta a José Blanco, ministro de Fomento

Estimado Sr. Blanco:

Acabo de leer en un periódico sus declaraciones, mejor su triste diatriba, calificando de "cobarde" al Sr. Rajoy en un acto en la isla de Arousa. Sinceramente, se me están acabando los calificativos con que confirmar sus actuaciones políticas. En las declaraciones que hizo en Adeje (Tenerife), mi tierra natal, el 30-10, le contesté a través del periódico EL DÍA, llamándole "atrevido", porque lo es; "insensato", porque se deduce de sus palabras; "lengudo", por ser su gran defecto; "lengua viperina", porque la tiene; "anticarismático", porque no hay más que mirarle; "inconsciente", al calificar al Sr. Soria; "vanidoso", al comportarse como tal; "palabras gratuitas y sin sustancia", porque lo son. Sinceramente, en la próxima oportunidad tendré que recurrir al diccionario de sinónimos de Sainz de Robles para poder seguir calificándole, porque, mire, con lo rico que es nuestro idioma, el español, me refiero, no es fácil encontrar muchas palabras más para atribuir a su constante osadía.

¿Cómo se le ocurre llamar cobarde al Sr. Rajoy, que además de Bachiller, como usted, es registrador de la propiedad, paisano suyo al que le debe tener más respeto? Le acusa de no ser capaz de preguntar a ZP por qué los jueces excarcelaron a Troitiño. ¿Es ZP el representante de los jueces? Como dijo un exdirigente de triste recuerdo, ¿es que Montesquieu ha muerto? ¿Es que el ejecutivo manda sobre el judicial? Yo jamás preguntaría al ejecutivo el porqué de una decisión judicial; faltaría más.

Estimado ministro de Fomento, no sé cuantos países conoce, posiblemente más que yo, pues a mí no me pagan los viajes, me los he ganado como piloto de línea aérea. Creo conocer África, América del Norte, Central y del Sur, Asia, Europa y un sinnúmero de islas menores del Pacífico Sur. En ningún sitio, en ningún país, he leído declaraciones de altos miembros de los gobiernos de los distintos países que se pronuncien con lenguaje tan pobre, tan soez, tan impresentable como el suyo. Estoy convencido de que quien le nombró ministro lo hizo con el propósito de tener a su lado a un político con lengua venenosa con que combatir al PP, aunque no sea eficiente para los intereses del pueblo. ¡¡Qué ridículo ha hecho con los honrados controladores!! ¿Cómo ha prometido el tren rápido a su tierra? ¿Por qué los engaña? ¿No comprende que mañana, más temprano que tarde, lo llamarán mentiroso?

Mi estimado, debo terminar, pues estoy en Lisboa, en la bonita Portugal, y mañana salgo para España, nuestro maravilloso país, de la bandera roja y gualda, que a veces desprecian por considerarla símbolo del prestigioso PP, así como han despreciado también a la bandera USA, a la que tengo en gran estima.

Juan Miguel Martín Gonález

La cultura musical en Canarias, un desastre

Estudiar en Canarias es una verdadera odisea. Las Universidades están que dan pena; los colegios, algunos de ellos a falta de profesorado; el Conservatorio Superior lo quieren borrar del mapa de un plumazo... En fin, seguiremos aplatanados hasta el fin de los tiempos.

En nuestra querida tierra canaria tenemos la desgracia de no poder vivir de la profesión que nos guste, sino de la que nuestros queridos políticos nos impongan. Si algún isleño trata de superarse en la profesión que ha elegido, sea cual fuere, deberá buscar una buena financiación, coger las maletas y buscar otras tierras. ¡Esto es de vergüenza!

Tenerife no debe sentirse orgulloso de tener dos famosos tenores triunfando en el mundo, como son Jorge de León, que ha llegado hasta la Scala de Milán, y Celso Albelo, que ha actuado en diferentes teatros de Europa. Y no podemos sentirnos orgullosos, porque Tenerife ha hecho muy poco por ellos. Y para colmo y desgracia para los pocos que quieran seguir ese camino, aquí se les pone toda clase de cortapisas para frenar su intención -cargándose- el Conservatorio Superior de Música.

La cultura en nuestra tierra es un verdadero desastre, y pongo por ejemplo la cultura musical, que es la que más me atañe. Si el movimiento musical que hay en nuestra isla de Tenerife estuviese en Las Palmas, otro gallo cantaría, porque toda la balanza cultural, económica y social se ha inclinado siempre hacia los vecinos de enfrente.

Se acercan las elecciones municipales. Afinemos bien el voto, a ver si con los nuevos legisladores cambia algo el tema cultural en Canarias y dedican mejores partidas de dinero a este tema, en vez de emplearlo en cosas menos necesarias.

V.F.