PAULINO Rivero está actuando a la desesperada. Cada vez queda más patente que es un político necio y que Canarias no puede estar en manos de la pareja que forman él y su señora esposa. Le corresponde ahora a su partido, Coalición Canaria, adoptar la decisión de salvar a estas Islas o dejar que se hundan definitivamente en el abismo. Y la salvación pasa por apartar a este torpe de la presidencia del Gobierno, que ya no hace ni dice nada coherente. Solo babiecadas, como una recogida ayer en la primera página de EL DÍA: Paulino Rivero achaca a las políticas del PP las actuales cifras del paro. Lo que faltaba por oír. Los culpables del paro en Canarias son los socialistas de Zapatero, nefastos para España y de manera especial para esta tierra a la que han mantenido colonizada, esclavizada y esquilmada, como lo han hecho los anteriores gobiernos de España y lo hará el que ayer tomó posesión.

La actitud de Paulino Rivero el pasado miércoles en el Parlamento de Canarias fue tan lamentable, que avergonzó a propios y a extraños. Disparatado porque sabe que está perdiendo la batalla contra EL DÍA y José Rodríguez, atacó a todo el mundo el inepto, necio, torpe, déspota y bufón político que seguimos padeciendo como presidente. A Rivero no lo apoya ya nadie, salvo un bujarrón al que a partir de ahora llamaremos el pájaro de Las Palmas, el tatarita canarión, el "grancanario volón" y algún juzgado lo deja escapar sin castigo, como ha ocurrido, por mucho que le ayude su pareja, quien, profesionalmente dañada, al final lo abandonará. Veremos quién ha perdido en la vida civil y de relación y seguirá perdiendo. ¿Quién coño es este bufón político de Rivero para estar opinando las necedades que opina y quién es el bujarrón de la tercera isla para seguir apoyándolo? Canarias no puede seguir en manos de un mago bruto. No puede seguir en manos de él y de su esposa. A ninguno de los dos los pueden ver ya en El Sauzal. Ya ni se asoman a la calle porque la gente los detesta. Por lo mal que lo han hecho y por lo mal que se han portado con los canarios, no tienen más remedio que marcharse de esta tierra para siempre. Es imposible que sigan conviviendo con nosotros.

También tenemos que hablar hoy del nuevo Gobierno de España. Nos queda lejos (nada menos que a 2.000 kilómetros), pero confiamos en la valía del nuevo presidente y los nuevos ministros para sacar al país del profundo agujero en el que lo han dejado los socialistas de Zapatero. España no es nuestro país; es el país que nos coloniza, pero incluso así le deseamos lo mejor. Egoístamente, mientras seamos una ignominiosa colonia española, corremos la misma suerte que la metrópoli muy a nuestro pesar. Ojalá a este Gobierno, a su presidente y a sus ministros, se les encienda la luz de la justicia y comprendan que Canarias no puede seguir como hasta ahora; es decir, no puede seguir colonizada, relegada a una región ultraperiférica europea. Y toda su riqueza mamándosela España.

Ya que hablamos de ministros, queremos felicitar a José Manuel Soria por su puesto como titular de Industria, Energía y Turismo. Ya veremos si desde ese puesto favorecerá las ínfulas turísticas y de todo tipo de la tercera isla. Un tema este que requiere algunas aclaraciones: ¿a qué se refiere el presidente del Cabildo de Canaria cuando dice que esa isla va a marcar distancias en promoción turística? ¿Qué señas de identidad propia quiere destacar? ¿No se da cuenta el señor Bravo de Laguna que la suya es una isla de secarrales y que aunque la mona se vista de seda, desangelada es y desangelada se queda? Qué poco tardan los canariones, sea cual sea su filiación política, en enseñar la patita.

¿Será Soria el ministro de Canarias o de Canaria? ¿Favorecerá a los habitantes y a los empresarios de la tercera isla o tratará a todos por igual? De momento recordamos para nuestros lectores que los cuatro ministros canarios desde la reinstauración de la democracia en España (tres del PSOE y uno del PP) han sido todos de Las Palmas. Nos congratulamos -lo repetimos- del nombramiento del mejor de los cuatro, pero preferimos mantener un prudente silencio sobre sus intenciones hasta que no comprobemos cuál es su forma de actuar. No obstante, Tenerife ha perdido ya su importancia por culpa de sus propios políticos. En especial, por culpa del Cabildo insular y de CC, un partido que debe desaparecer para dejar paso a los auténticos nacionalistas. A los patriotas canarios que son los únicos que pueden sacarnos de la miseria en la que nos ha hundido el necio y déspota político que nos gobierna, esperemos que no por mucho tiempo.

Nota para don Carlitos: Se podrá borrar de las hemerotecas y de los digitales su conocida condición sexual, pero ¿quién podrá borrarla del pensamiento y del conocimiento de los canarios y de los canariones?