La celebración de tres actos de distinta índole, como ha sido la entrega del título de Hijo Ilustre de la Isla a Juan Padrón Morales; la presentación del libro "Cocinando amistad, de Elisa Machado de Suñer, y la conmemoración del centenario de la Catedral de La Laguna nos ha dado ocasión de comprobar, una vez más, el enorme apego de nuestra gente hacia su Isla. Lejos de tratarse de una cualidad cualquiera, este vínculo afectivo fortalece la personalidad de los pueblos, acentúa el interés por su pasado y ayuda a conservar sus señas de identidad. Y así se puso de manifiesto en las mencionadas citas.

Son muchas las circunstancias destacadas que marcan el proceder de Juan Padrón, especialmente en el mundo del deporte, aunque extensible a otras actividades en el campo profesional, económico y social. Presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol, desde 1978 y vicepresidente de la Española, triunfó en la práctica de este deporte como integrante del CD Tenerife, con el que protagonizó en 1961 el ascenso original a Primera División. Su sapiencia en la interpretación del juego y sus dotes de estratega se proyectaron más adelante en planos como la dirección y gestión de organizaciones.

La referida trayectoria como dirigente deportivo está presidida por la defensa de los intereses de Tenerife y el trabajo constante para su progreso. Colaboró con el Cabildo en el mayor plan de mejora de instalaciones llevado a cabo en la Isla, junto a CajaCanarias, dotando de césped artificial la práctica mayoría de los campos de fútbol. La eficiencia de su labor en la Federación Española, al cargo de los Asuntos Económicos, también le valió la designación como miembro de las dos grandes organizaciones internacionales, la UEFA y la FIFA. El aprecio y admiración hacia su persona volvió a quedar probado en este acto.

El afecto y la consideración que siempre he sentido por Elisa Machado y su familia pude expresarlos, el pasado viernes, durante la presentación de su libro "Cocinando amistad", resultado de una vida dedicada a la recopilación de recetas por todo el mundo. Tomando como base un primer recetario escrito con solo 11 años de edad, la autora inició la redacción en lengua inglesa, lo que resulta comprensible si tenemos en cuenta que su educación transcurrió bajo influencia británica. Pero el relato adquiere una íntima relación con su tierra natal mediante la influencia de Luis Diego Cuscoy y Telesforo Bravo, dos grandes figuras en el conocimiento del pasado y el medio isleño. Sobresale entre las particularidades de este trabajo su relato en torno a la mujer guanche, a la que otorga el papel central de esta creación original y sugestiva, igual que la evocación de las Islas como lugar de encuentro para gentes llegadas de todas las latitudes, en medio de dos hechos decisivos: la conquista de Canarias y el descubrimiento del Nuevo Mundo. El aderezo de esta atractiva producción se condensa en una selección de las recetas adquiridas, con el paso de los años, en múltiples rincones del mundo, con un capítulo singular para Tenerife y Gran Canaria.

El tercer acto al que quiero referirme se ha desarrollado alrededor de un monumento de enorme valor histórico-artístico de nuestro patrimonio como es la Catedral de La Laguna, al cumplirse un siglo de su construcción. Al atractivo arquitectónico que encierra este edificio singular, suma de los estilos neogótico y neoclásico, en su cuerpo principal y en la fachada, respectivamente, se une la importancia sentimental que representa para las gentes de la Isla, de manera especial para la comunidad cristiana, siendo sede de la Diócesis de Tenerife. Cerrada al culto hace ya más de once años, desde el 30 de junio de 2002, su rehabilitación definitiva se ha postergado mucho más de lo previsto, como consecuencia del continuo incumplimiento de los compromisos por parte del Gobierno de España, responsable de su financiación. No obstante, confiamos en que la celebración de este centenario sea el paso previo a la reapertura del templo catedralicio una vez concluyan los trabajos de reposición de las cubiertas. Para ello, además, el Cabildo y el Obispado han formalizado un convenio para financiar y ejecutar las obras complementarias que pongan fin a este largo proceso.

*Presidente del Cabildo de Tenerife