Murió don José, el director decano de la prensa canaria. Estuvo al frente de EL DÍA durante décadas. Periódico que fundó con el nombre de La Prensa, su tío, el gran periodista regionalista Leoncio Rodríguez, en 1910. EL DÍA surgió tras la Guerra Civil en 1939 de la fusión de La Prensa y El Amanecer. Él lo amplió, con la creación de Radio El Día, El Día.es y Tv El Día, hasta convertirlo en el grupo mediático más importante e influyente de Canarias. Su indudable y menos conocida labor gerencial y la longevidad en el cargo lo hicieron único y singular en la prensa canaria. Fue merecedor de todo tipo de distinciones y también críticas. El Parlamento de Canarias llegó a reprobarlo en una sesión sin precedentes, por sus continuas críticas al presidente del Gobierno de Canarias. Fue una prueba más de su enorme influencia. Yo fui su amigo, a pesar de la diferencia de edad. Nunca me escondí, incluso cuando arreciaron los ataques contra él y no era políticamente correcto defenderlo. Una personalidad como la de don José no puede juzgarse por una sola actuación, aunque no estemos de acuerdo con ella, ni por unos pocos años, sino por toda una dilatada trayectoria vital dedicada al periodismo canario. Dedicación que fue reconocida recientemente por la Asociación Internacional de Periodistas y Artistas, que lo designó "el mejor periodista del mundo en 2014". Cada vez que lo visitaba en su despacho de EL DÍA, primero, y en los últimos meses, en su casa, me aconsejaba, desde su concepción de Canarias, que liberara un proyecto netamente independentista. Yo le rebatía que no era el momento y que en una democracia representativa los políticos tenemos que hacer lo que quiere la gente y no lo que nos de la gana. Él opinaba que a Canarias le iría mejor fuera de España. Respeté siempre su opinión aunque no la compartía. Su vehemencia en la defensa de Canarias chocaba por su edad y una voz pausada, que sin embargo desgranaba enérgicamente uno tras otro los agravios de la que él llamaba la metrópoli a unas islas, que consideraba una colonia. Perseguía la descolonización de Canarias y la independencia plena. Otra de sus obsesiones fue la defensa a ultranza de Tenerife frente al "pérfido canarión". Fue esa misma defensa la que le llevó en sus últimos años a criticar ferozmente a quienes entendía que habían abandonado su "sagrada obligación" como políticos tinerfeños de defender a su isla. Su campaña para que el Parlamento de Canarias modificara el Estatuto de Autonomía, le quitara el "gran" a la isla de Gran Canaria y la dejara sólo en Canaria fue motivo de una de las mayores polémicas mediáticas de los últimos tiempos, para su regocijo personal. Don José tenía un "gran" desconocido por la mayoría sentido de humor y para los negocios. No dudó en confesarme que las polémicas le hicieron aumentar sus ventas. Era verdad. Los que lo criticaban y los criticados compraban EL DÍA, para leer que decía hoy don José y si se metía con ellos, sin darse cuenta que al hacerlo le seguían la corriente. Hoy murió don José Rodríguez Ramírez pero su obra empresarial y periodística continuará. Me uno al dolor de su familia, hijos y nietos. Y a su hija, mi amiga Mercedes, que estudió con mi mujer Ana en La Pureza, y que ha desempeñado últimamente el cargo de Adjunta al Director, le deseo que continúe la labor de su padre y le ofrezco mi colaboración desinteresada y consejo si lo requiere. Adiós don José, descansa por fin en paz amigo.

*Amigo de la familia