La imagen que, el pasado viernes, ilustraba la primera página de EL DÍA representa, de forma nítida, la estrategia escogida por el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, a la hora de abordar las relaciones con el Ejecutivo central. Y así, además, lo titulaba este periódico: "Clavijo y Pastor caminarán juntos". Observado el resultado obtenido por su antecesor con la política de continuo enfrentamiento, el nuevo líder de Coalición Canaria ha optado por rebajar la tensión que existía entre ambas administraciones para después sentarse a negociar en un clima más propicio. Y es que los encuentros que está manteniendo, tanto en las Islas como en Madrid, en estas primeras semanas de mandato son realmente importantes, de cara a la elaboración de los próximos Presupuestos Generales del Estado, que ya está cocinando el Gabinete de Mariano Rajoy. La reunión que mañana tendrá lugar en Las Palmas entre representantes del Gobierno central y canario, presididas por el propio Fernando Clavijo y el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, es clave en este sentido. Más si se tiene en cuenta que, además de la cúpula del departamento de Soria, también formarán parte de la delegación estatal la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre. Se trata de una magnífica oportunidad para, por un lado, poner sobre la mesa las necesidades presupuestarias que tienen las Islas y, por otro, desbloquear todas aquellas cuestiones que en los últimos años han encallado, bien por la crisis, bien por otro tipo de cuestiones ajenas a la situación económica.

Inquieta, no obstante, que este buen clima que el jefe del Ejecutivo canario está intentando introducir en las relaciones con el Gobierno central sea aprovechado únicamente por unos pocos, los de siempre. Y no se trata de temores gratuitos o sin fundamento, como pretenden hacer creer desde la isla redonda, sino fruto de los movimientos que se pueden observar, y otros que no se ven. Que la buena disposición que está mostrando Fernando Clavijo en estos primeros días de su mandato no sirva para que determinados sectores arrimen el ascua a su sardina en detrimento del resto. Porque tan importantes son los proyectos que se manejan en Gran Canaria o sus necesidades viarias o de infraestructuras como los de las demás islas, en general, y de Tenerife, en particular.

Los últimos datos arrojados por la Encuesta de Población Activa, referidos a Canarias, reflejan que poco a poco, más despacio de lo que todo el mundo desearía, la economía canaria va despegando y, lo más importante, por las connotaciones que tiene, generando empleo. En los últimos doce meses el Archipiélago ha ganado más de 39.000 ocupados y el número de parados se sitúa en 336.500 personas. Muchas todavía. Reducir esta cifra debe ser el primer y más importante objetivo del nuevo Ejecutivo canario y, de forma especial, de la vicepresidenta y consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda. Con hechos, eso sí, no solo con palabras.