España, con 1,3 hijos de media, tiene uno de los índices de fecundidad más bajos de Europa, por lo que de seguir así, en el año 2050, será uno de los países más envejecidos del mundo. El bajísimo índice demográfico no solo repercutirá en el cobro de las pensiones futuras, sino que contribuirá a modificar la población española, a la vez que disminuirá el número de nacimientos, se envejecerá la población y la inmigración irá en aumento.

Efectivamente. La baja tasa de natalidad que experimenta España, unido al constante aumento de la inmigración de origen musulmán, que no cesa, tanto la regularizada que acude huyendo de la guerra, como la irregular, y si consideramos también la nada despreciable natalidad musulmana en nuestro país, en pocos años -se estima que en 2050- Europa tendría más del cincuenta por ciento de su población de origen musulmán.

El profesor norteamericano Bernard Lewis, considerado a sus noventa y dos años como uno de los mayores expertos mundiales en las relaciones del Islam con Occidente, declara abiertamente que tras la primera invasión musulmana llevada a cabo por el Islam sobre España, entre los años 711 y 1492, y la segunda otomana, que lo intentó siglos después por el Este de Europa, ambas fracasadas, los seguidores de Mahoma consideran que ha llegado la hora de la "lucha final" entre las fuerzas del bien y del mal para que la "verdadera fe" domine al mundo mediante la yihad.

Veamos. No me considero chovinista ni xenófobo. Sin embargo, me preocupa mucho y presiento una tercera invasión musulmana, que ya se está produciendo de forma tranquila y pacífica mediante una combinación de inmigración y demografía, mediante la cual se está poblando de musulmanes la Europa occidental: Francia, Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Italia y España son claros ejemplos donde la población de origen musulmán va en aumento. Así, se estima que Francia podría llegar a ser una república islámica en menos de cuarenta años. En Gran Bretaña la población musulmana ha pasado de los 82.000 a los dos millones y medio de musulmanes. En Holanda, los datos son aún peores, ya que el cincuenta por ciento de los recién nacidos son musulmanes, estimándose que en quince años la mitad de la población holandesa será musulmana.

En unas declaraciones efectuadas por el presidente de la República Checa, con motivo de la Navidad, se aseguró que Europa vive una "invasión organizada" de refugiados, criticando la presencia de tantos hombres solteros entre los inmigrantes que huyen de los conflictos en Oriente Medio. Dijo: "¿Por qué esta gente no toma las armas y lucha contra el Estado Islámico y la libertad de su patria?". Agregó también que la llegada masiva de inmigrantes es una "invasión organizada" y no "un movimiento espontáneo de refugiados".

Y yo pregunto, ¿cuáles pueden ser las consecuencias de la baja tasa de natalidad en España y en el resto de Europa, así como la imparable oleada de inmigrantes de origen musulmán que no cesa de acudir a nuestras tierras? Está por ver, aunque se aprecia ya una nueva y pacífica invasión musulmana por causas de la inmigración y la demografía. Pensemos en lo que podría suceder si en pocos años surgieran partidos políticos de mayoría musulmana que gobernaran en ayuntamientos, o tuvieran amplia presencia en parlamentos regionales, o incluso, nacional, con capacidad de decisión.

¿Por qué no se fomentan, mediante las ayudas necesarias, la familia española y la natalidad, de forma que pueda compatibilizarse la actividad familiar con la laboral, como sucede en otros países? ¡Tanto cuesta entender esto!