El cronista ha estado ausente unas semanas y no ha podido acudir a esta cita dominical por razones gripales (pese a inflarse a vitamina C), viajes inesperados y ánimos variables producidos por circunstancias adversas, especialmente por el vacío que han dejado las personas, han sido varias, que han emprendido el viaje final, el del sin retorno, el que...

-¡Al grano tío, que no he traído el pañuelo!

-Amigo, es el desahogo por inesperadas vivencias y la justificación de esas ausencias...

-¿Otra vez con la marcha eterna? ¡No me maree más con...!

-¡Deje hablar, coñe (como doña Rogelia, p''a disimular, y lo del horario infantil). Digo lo de las ausencias, tío entremetido...

-¡Si dice entrometido, tío sabio...!

-¿Cómo? Sepa imberbe...

-¡Oiga, que me afeito a diario!

-Sepa, digo, que le iba a hablar de mis silencios en esta página de los domingos en EL DÍA, y no por esas otras razones del alma ya explicadas en las primeras cinco líneas de la crónica de hoy. Por cierto, entremetido es la persona que se mete donde no la llaman. ¿Vale?

-¡Vale, señor cronista! (TOC, TOC). (Los golpes se los ha dado con el puño cerrado en la cabeza).

-Sonó a hueco; pero pase. Ahora sí. Pregunte usted.

-No, no, viene a cuento del titular, de su titular de hoy. ¿Me explica usted eso de "En el reino de Momo"?

-Pues es... ¿Como diría yo?... Pues es donde usted está viviendo en nuestros días.

-Perdone... Este es el reino de don Felipe VI y doña Letizia.

-Si, sí, pero en estas fechas aquí quien manda es el rey Momo.

-¿ Cuálo? ¿Pero qué dice, tío?

-¿Estamos en carnaval, no?

-Sí, sí, Santa Cruz en Carnaval... Preciosa canción... Yo la canto...

-¿Cómo, que usted la canta ? (Se ha acercado una persona de mediana edad, sonriente y me llama la atención que lleva una trompeta en la mano izquierda). ¿Que usted canta esta canción?

-Sí, a diario, cada vez que la escucho por la radio, y en la calle...

-¿Y ha pagado los derechos de autor, cotiza usted en la SGAE?

-¡Coño, ni que fuera usted Caco Senante o Teddy Bautista!

-Más que ellos en esta canción, señor. Soy el autor... Soy... -¡Claro..., hombre, Tinito! Agustín Ramos...

-¡El mismo!

-Yo le he visto en la Banda de Música...

-...Ja, ja, ja... Y yo me acuerdo cómo tú bailabas en la Sala Sahara y en otros locales cuando yo tocaba en la orquesta Nick and Randy.

-¡Claro, claro! ¡También me gustaba mucho aquella canción dedicada a Venezuela... ¿Cómo era?...

-¡Sí, sí, "Bella Caracas"!

-¡Encantado, don Tino! Y ya va siendo hora de que se le haga un buen homenaje por su aportación a nuestra fiesta con su "Santa Cruz en Carnaval".

-¿Y lo de Momo me lo cuenta o no? (Sigue el pesado con su tabarra).

-Sí, hombre. Momo es el dios, por así decirlo, de los carnavales, y esto viene desde la antigua Roma, en donde me he estado informando -por eso he estado ausente- y con extensión especial de su nombre y sus brillantes atuendos de arlequín en lugares ya más lejanos como Brasil, Colombia, especialmente en Barranquilla. Allí se celebran las fiestas de Momo, claro que sí.

-Sí, sí, Momo, un dios que en Roma era el rey de las burlas y las chanzas, y perdonen que me "entrometa". (Y lo dice con énfasis). Con perdón por lo que antes discutieron con este verbo: entrometer o entremeter.

-Gracias, don Jerónimo, usted siempre aportando cultura. -¿Qué le hace por aquí, señor Saavedra, a disfrutar de los carnavales de Tenerife?

-Les estaba oyendo lo del rey Momo y quería aportar una anécdota muy real.

-Bueno, a usted los amigos muy cercanos, de confianza, le llaman Momo, ¿no?

-Pues sí, y por ahí va la anécdota. Cuando yo fui presidente de Canarias, en unos carnavales vino un locutor de la península... Sí, hombre, aquel que hacía lo del Missisipi con aquella enorme mujer, a la que llamaban "La Veneno", ¿recuerdan?

-...¡Sí, y una tía buenísima, la Sonia Monroy, que hacía striptease...! El locutor era Pepe Navarro.

-¡Ese! Pues transmitiendo para televisión dijo: "Me encuentro en Tenerife. Aquí manda el rey Momo... ¡Claro, él se refería al dios del carnaval..., y no a mí, por supuesto.

-¡Ja ja ja! ¡El rey Momo!

-Pues imagínense las bromas en los periódicos, las radios, las televisiones "vasilando" con lo de Saavedra que ha pasado de presidente a rey... , nada menos que el rey Momo.

-Sí, sí la recuerdo, don Jerónimo.

-¡El carnaval es esto! Alegría, burla, transgresión, música, bailoteo....

-¡Efectivamente! Amigos lectores, métanse "adrentro" y a disfrutar...

-Sí ¡Y a vivir, que son dos días!