"Extinguirse una acción de cualquier clase por el transcurso del tiempo en las condiciones previstas por la ley". Esta figura es la que beneficia a algunos delincuentes de alto standing, por la influencia de su posición, respecto de la justicia común al resto de ciudadanos. Luego, cuando sus delitos no se han podido sustanciar por causa de la prescripción, continúan presumiendo de ser ciudadanos limpios, sin tacha condenatoria.

Oía recientemente que unas cuantas conductas delictivas producidas en la amplia corrupción desarrollada en Andalucía corren el camino de la prescripción. No dudo que si este o aquel asunto se produjo hace un tiempo, determinado por la ley y sin haberse actuado en su clasificación mediante la oportuna acción judicial, el tal asunto se considere prescrito y... pelillos a la mar. Pero me cabe una inquietud ¿La tal prescripción es consecuencia de no haberse conocido del asunto en tiempo y forma, o es por la extraordinaria dilación en el tiempo desde que tal asunto se conoció hasta que la justicia lo trató?

Estoy convencido de que los jueces, con los medios que tienen y que no tienen (los gobiernos se han cuidado a lo largo del tiempo de no facilitar los medios adecuados), tratan de aplicar las leyes creadas por los diversos poderes legislativos que en España han sido y son. Desde que nos dimos las Autonomías son muchos más los grupos dedicados, dícese Parlamentos, a legislar. De aquí el fárrago legislativo. Obviamente, también se da la circunstancia interpretativa de este o aquel juez en su condición subjetiva y en la claridad o no que la ley muestre.

En fin, que esto de la prescripción casi siempre beneficia a quienes tienen influencia y posibles para hacerla efectiva. Al menos son los que alcanzamos a conocer como una forma de lavado de cara.

Otro asunto que considero sucio es el del aforamiento y/o blindaje ante la acción de la justicia. Es de rabiosa actualidad la circunstancia en torno al expresidente de Brasil, Sr. Lula da Silva. Cuando se le está investigando por cierto grado de corrupción relacionado con Petrobras, la actual presidenta de Brasil (del mismo partido político que el Sr. Lula) lo incorpora a su gabinete como primer ministro, y él acepta como forma de sustraerse a la acción de la justicia. Y es que el poder corrompe. No dudo que cuando se le concedió el premio Príncipe de Asturias, el jurado al efecto cotejó los méritos que le hacían digno a tal distinción. Ahora bien, conocidos ahora determinados hechos y actitudes (el blindaje es una de ellas), ¿se podría o debería retirarle aquella distinción?