Menos del 2% de los nuevos empleos se logran a través del SEPE (antiguo INEM) y se ha consagrado como ente administrativo para el pago de las prestaciones por desempleo, de lo que son un modelo de eficacia, y el mecanismo para engrosar las estadísticas del paro de nuestro país.

De los 18 millones de contratos que se realizaron el 2015, el SEPE intermedió en 250.000. O sea, que colocar a un parado, en función del presupuesto anual del SEPE, nos cuesta 100.000 euros cada uno. ¿Existe mayor prueba de ineficiencia?

Si seguimos indagando, el 17% de los empleos se lograron a través de las empresas de trabajo temporal (ETT). El resto se logra a través de profesionales de la selección de personal, la web, las redes sociales, anuncios en prensa o a través de relaciones personales o familiares con referencias.

Luego, eso sí, tienes que pasar obligatoriamente por el servicio público de empleo para registrar el contrato, y si existe una bonificación por el tipo de contrato, solicitarla.

¿No es mejor que orientemos a todo el que quiera trabajar en la forma de rellenar su curriculum, buscar la mejor formación que necesita, enseñarle cómo realizar la entrevista y enseñar las técnicas de búsqueda de empleo?

Porque el empleo lo crean las empresas en función de las necesidades del mercado y de su estructura de recursos humanos, pero alguien debe orientar a quien esté parado hacia ellos en función de su cualificación.

Luego, tenemos que darnos cuenta de que las demandas para aceptar un trabajo no se pueden basar en modelos históricos que fracasaron en la época de la crisis que pasamos recientemente, y que hoy en día, valores como el compromiso con los objetivos de la empresa, la flexibilidad geográfica o funcional, los salarios en función de la productividad y la cualificación permanente han venido para quedarse.

Me viene a la memoria una reflexión atribuida a Albert Einstein que decía: "No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede ocurrir a personas y a países porque la crisis trae progresos... En la crisis aumenta la inventiva... Quien supera la crisis se supera a sí mismo... Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones... La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar soluciones...; en la crisis aflora lo mejor de cada uno...".