Hay una frase con la que un amigo recordaba la sociedad antigua: "Lo mío es mío y lo tuyo es nuestro."

Hace unos días tuvimos noticias de que el tráfico portuario en Canarias cae un 1,5% en el primer semestre, según nota de prensa del propio Ministerio de Fomento, y me llamó la atención el término "los puertos canarios de interés general del Estado."

Buceando en los datos, la realidad es que la provincia de Las Palmas ha bajado un 6,7% (118.000 toneladas menos) y la de nuestra provincia subió un 8,1% (510.000 toneladas más), aprovechando en el desarrollo de la noticia el hecho de que la Autoridad Portuaria de Las Palmas destacaba por encima de la nuestra en el Archipiélago.

Nada que objetar a la realidad si no fuera porque separan los datos para realzar una gestión que pierde carga continuamente sin destacar el importante crecimiento de la nuestras, incluso sin estar operativo el puerto de Granadilla.

La Autoridad Portuaria de Tenerife tiene subidas constantes en los últimos dos años tanto de pasajeros, vehículos, mercancías y número de contenedores.

Todo esto con la oferta de unos puertos con muchísima menor capacidad de movimientos por sus limitaciones de espacio, sin estar operativo el puerto de Granadilla y mejorando de manera importante la productividad de sus instalaciones.

Como quiera que la información viene del Ministerio y no parte de la base del pleito insular, creo que debemos destacar la importante labor del equipo capitaneado por Ricardo Melchior y ejecutado por José Rafael Díaz, que ha dado un giro silencioso para recuperar la actividad portuaria con nuevos tráficos y servicios que garantizan savia nueva en el entramado económico-empresarial de la provincia y que merecen un reconocimiento.

Es de justicia que el Ministerio de Fomento valore a cada puerto en sus bondades y trate de corregir las prácticas que llevan a fidelizar tráfico solo mediante la oferta de precios a la baja y poner en valor la productividad como un modelo que viene para quedarse.