EL 19 de febrero de 2002 comencé a colaborar con esta casa, y desde entonces EL DÍA ha publicado unos 780 comentarios con mi firma. Teniendo en cuenta que no he estudiado periodismo ni soy escritor, llamarlos artículos no me parece justo, y aunque entiendo que no son tan rimbombantes como otros, he tratado de plasmar mi extensa vida social y empresarial en mi querido Santa Cruz, además de muchas vivencias en diversidad de parcelas, a las que a lo largo de tan dilatada existencia me he entregado en cuerpo y alma.

He hablado de personajes y personas relevantes, familias, deporte, empresas, política nacional, regional y municipal, de aspectos sociales y culturales y especialmente de música clásica, que es de donde más me he nutrido, pues ha sido una de mis debilidades y parte esencial de mi vida. Aunque me guardan todos los comentarios en un disco duro externo, como soy de la antigua usanza, me gusta conservarlos en papel y ya ocupan seis grandes archivos que por ahora acaparan mi visión del quehacer de nuestra isla desde principios de 1953, año en que regresé después de un periplo familiar en la Península.

Tengo mucho que agradecer a don José Rodríguez Ramírez, que me animaba desde el principio: ¡Gustan mucho sus Aguayos!, me decía. También a Pancho Ayala: ¡Da más caña!, escribía. Ambos tristemente desaparecidos pero a los que recuerdo con cariño. El primer comentario se lo entregué al entonces subdirector Ricardo Acirón, y se tituló "La música clásica en Tenerife". Evidentemente estaba relacionado con la puesta en marcha del Auditorio Adán Martín y con el Guimerá en pleno funcionamiento, por lo que me refería a la baja afición para llenar al mismo tiempo ambos espacios culturales. No me equivoqué, pues sigue habiendo problemas para llenar el aforo del Festival de Música de Canarias, aunque el balance es que ambos espacios ofrecen cultura de primer orden, como las tres funciones de ópera de estos días, "Norma", de Bellinni, con cerca de cuatro mil personas, algo impensable en otros tiempos. Mi felicitación sincera a los organizadores por conseguirlo.

Una lástima no poder asistir, mi pensión de jubilación es para otras prioridades, y el aspecto físico de los años también pasa factura, por lo que no puedo sentarme en cualquier butaca y tienen que llevarme y traerme porque no puedo conducir de noche. Sobre todo por haberme perdido la actuación de la inconmensurable Yolanda Auyanet, a la que conocí siendo una chiquilla cuando Jorge Rubio la trajo al Festival de Zarzuela para protagonizar "Doña Francisquita". Ya apuntaba maneras y se ha convertido en una las grandes. Guapa, con una voz impecable, mucha dulzura y una técnica inigualable, ha demostrado que nada tiene que envidiar a las más famosas intérpretes de "Norma" que han existido a lo largo de la historia. Aquella brava chiquilla es canaria y pasea el nombre de su tierra por todo el mundo, y junto a ella, otros grandísimos cantantes canarios son los representantes de la mejor cantera operística actual, y espero que nuestras autoridades lo tengan presente, pues hay que premiarlos porque son artistas extraordinarios.

Me he desviado un poco del contenido y no quiero finalizar sin agradecer las palabras de todos aquellos que me mandan correos electrónicos porque han leído mi comentario en Internet; me sorprende cada día más de hasta dónde han llegado algunos, sobre todo en los que he hablado, porque lo tengo en casa, de la discapacidad psíquica. Gracias también a los amigos de antaño que me siguen y que les gusta mi forma de expresarme, dicen que es entrañable y estoy encantado que les guste. Y no tengo palabras para agradecer al periódico su confianza, pues con voluntad y estrujando la sesera, si la salud me lo permite, llegaremos a los mil, intentando ocuparme lo menos posible de la política y los políticos, pues, aunque a veces es imposible soslayar la actualidad, no merecen ni unas pocas líneas.

Termino con un grupo llamado Los Granjeros de Montaña Cardones de Gran Canaria, a quienes escuché en el programa "Tenderete" días pasados. Muy afinados y con excelentes solistas, entre ellos Pacuco Navarro cantando una folía que decía algo así como: "Por culpa del insularismo estamos desunidos los canarios". Tomen nota.

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