En mi etapa profesional, recuerdo haber conocido el cuadro del "Guernica", y las calificaciones de tal como el retrato político de los bombardeos de Guernica, realizado por los alemanes en la Guerra Civil española. Ahora, una vez más, vuelve el interés en España. Dejo a los críticos y especialistas un juicio completo. Desde luego, es una gran obra de Pablo Picasso, al amparo del momento de nuestra posguerra. La originalidad, si es que la hay, no es tanto por el título adosado de "Guernica".

Por aquellas fechas, estábamos nosotros en el examen de ingreso en Instituto Goya, de Zaragoza, y tuvimos que bajar a los refugios, por lo que luego sería el bombardeo de la basílica del Pilar. Dos bombas cayeron dentro, cerca de la capilla de la Virgen, y otra fuera, en la plaza. Pero a nadie se le ocurrió un cuadro que reflejara las tres bombas contra el Pilar. El efecto fue otro: rezar y mejorar la defensa aérea.

Ignacio Ruiz Quintano, en ABC, marzo 2017, con la ironía habitual, ha escrito: "Visto y no visto". Recuerda a Salvador Dalí con Picasso, y Luis Miguel Dominguín. "Picasso es un genio y también Picasso es comunista". No es extraño que el cuadro haya querido expresar una aceleración de ideas y sentimientos.

*Premio Nacional de Literatura