Los percebes se alimentan por filtración y permanecen inmóviles adheridos a las rocas toda su vida adulta. Es lo que tiene ser el "oro negro", una búsqueda donde los percebeiros se juegan la vida en los acantilados de las costas gallegas para recoger uno de los mariscos más afamados del mundo. Son clasistas y se han perpetuado en el poder de las rocas del Norte de España sin que nadie nos preguntara si queremos que estén ahí. Los Borbones han hecho lo mismo en un país que no los eligió, con un linaje emparentado con este crustáceo que nos cuesta a los españoles casi 8 millones de euros al año. Los beneficios del lento pero boyante movimiento de los percebes han supuesto una partida para la Familia Real de 662.316 euros en el año 2016. Y para alimentar al crustáceo y no enfadar al séquito, la asignación a cada miembro de la familia, a abonar en doce mensualidades, quedó de la siguiente manera: el Rey cobró 236.544 euros brutos, doña Letizia 130.092 euros, el Rey Juan Carlos 189.228 euros, y la Reina Sofía 106.452 euros. Para desprender a los percebes de la roca utilizan una especie de espátula, evitando lastimar la parte del músculo en la extracción. Los percebeiros han desarrollado todo un arte en la recolección, al igual que la Casa Real a la hora de situarse por encima de la ley, utilizar lo público en beneficio privado y evitar los pasillos de los juzgados por sus corruptelas. La manera más común de comer percebes es cociéndolos en agua con sal, con un par de hojas de laurel, al igual que el plato preparado por Urdangarín y Diego Torres para recibir unos 6 millones de varias Administraciones públicas, así como el supuesto plan posterior para defraudar a Hacienda. Los percebes son poco solidarios entre sí, al igual que aquellos que bajo el manto de la casta real tejían redes de solidaridad ficticias con fundaciones para niños con problemas orientadas a estafar a las arcas del Estado y evitar el pago de impuestos, porque ellos son muy españoles y soberanamente patriotas. Los Borbones han defendido España con amistades que han sembrado la paz en sus países de origen, destacando entre ellos a Gadafi, Obiang o Mohammed VI, sin duda, un ejemplo de tolerancia internacional. En su hoja de éxitos figuran también supuestos favores judiciales del rey Juan Carlos al clan de los Pujol a cambio de no revelar información sensible sobre el rey emérito. No hay ningún peligro de que el percebe desaparezca, porque se reproducen bien y tardan poco en desarrollarse, además, para convocar un referéndum y elegir entre Monarquía o República exigiría, en primer lugar, que al menos 233 diputados del Congreso y 177 senadores avalaran una reforma constitucional en ese sentido, teniendo en cuenta que la Carta Magna establece en su artículo 1.3 que la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. Si existiera voluntad por parte de la mayoría del arco parlamentario para equipararnos a las democracias europeas entregándole la soberanía de elección al pueblo, nos daríamos cuenta de lo antagonista del término "monarquía parlamentaria", más si cabe, cuando el ejercicio de la misma tiene más tintes absolutistas que plenamente democráticos. Un percebe le preguntó a otro si estaba de acuerdo con un modelo de república con jefe de Estado electo, pero de manera indirecta por el Parlamento. "Felipe VI es un hombre moderno y muy preparado", aseveró mientras aguardaban la llegada de los percebeiros.

@LuisfeblesC