No es por menospreciar el análisis que se hace de determinadas cifras de forma cotidiana, pero sí nos debe sorprender la facilidad en la obtención de conclusiones cayendo en la ingenuidad, dejando de lado mayores dosis de rigor a la hora de establecer conclusiones definitivas. En este sentido, bajo un prisma de análisis científico, deberá ser utilizada la doctrina epistemológica a través de la propuesta de la falsación para distinguir lo que tiene una explicación científica y lo que no, de forma que tengamos que constantemente refutar cualquier afirmación para corroborar su validez provisional y así evitar posicionarnos entre la ignorancia y la soberbia, debido a que ninguna aseveración puede,ni debe, considerarse absoluta, sino aún no refutada. Pero antes de validar o no lecturas, hay que conocer qué se está leyendo.

En este sentido, cada segundo día laborable de cada mes es publicado el paro registrado. Este es un censo voluntario en donde detrás de cada número hay una persona que se recoge es una fría estadística administrativa que elabora el Servicio Público de Empleo. Dicho censo nos indica que todavía quedan 216.087 personas censadas con un descenso de 13.146 respecto a 2016. Pero la oscilación del dato se puede ver condicionado tanto por las exigencias existentes impuestas por los diferentes niveles de las administraciones públicas, así como por las mejores expectativas de conseguir un empleo, por lo que la resistencia a la baja no significa que no haya más empleo, necesariamente.

Es por ello que se ha ido redirigiendo la lectura hacia las personas que cotizan a la seguridad social, porque refleja la ocupación, es decir, las necesidades de mano de obra que explicita la estructura económica en ese momento. No obstante, hay que tener en cuenta que el dato que se ofrece el mismo día que el del paro registrado no es el definitivo, sino el número "medio" de cotizantes en el periodo de tiempo referenciado, de forma que pudiera estar condicionado por el nivel de contratos temporales celebrados, teniendo el acceso al dato definitivo a mediados del mismo mes, aproximadamente. En este sentido, el número medio de cotizantes a la seguridad social con el que cierra el ejercicio 2017 alcanza las 786.492 personas, tras incrementarse en 31.281 respecto al año anterior, erigiéndose como la tercera comunidad autónoma con mayor crecimiento interanual.

Y aparece el dato de la contratación, y de la contratación indefinida de forma más concreta, el cual es el que se ha mostrado con mayor relevancia, habida cuenta de que la parte de la evolución cuantitativa está siendo superada poco a poco tras asistir a crecimientos continuados del Producto Interior Bruto, apostando por mejorar la parte cualitativa de las relaciones laborales a través de la consolidación y ampliación de las plantillas, porque eso significa que las empresas para las que trabajan también están en una trayectoria de crecimiento, con mejores condiciones laborales no sólo retributivas, perteneciendo este campo a la negociación colectiva, sino de entornos seguros y saludables. Y es en este lugar donde Canarias en 2017 ha conseguido albergar la mayor cifra de contratos indefinidos acumulados en cómputo anual de los últimos doce años, alcanzando los 103.718 contratos indefinidos.

En otro orden de cosas, está la Encuesta de Población Activa, que será publicada el próximo 25 de enero como cierre del año, en la que conoceremos la evolución de la población activa, el número de personas ocupadas, las personas desempleadas, así como las diferentes tasas (actividad, paro?). Haciendo prospectiva, debemos tener en cuenta que, como la tasa de paro según EPA, a día de hoy en Canarias, se sitúa en un 21,86% y la tasa de crecimiento económico ha evolucionado en un 3,70% interanual en el tercer trimestre de 2017, en donde la población ocupada lo ha hecho en un 4,87% en el mismo periodo, significa que la intensidad de empleo para ese trimestre, calculada a través de la diferencia de la evolución porcentual de la del producto interior bruto y el empleo generado, ascendió a -1,17 puntos porcentuales. Tomando en consideración este dato constante, al igual que el valor de la población activa (1.094.500 personas), para disminuir un punto porcentual la tasa de paro se ha de incrementar la ocupación en 10.987 personas. De esta forma, como el crecimiento económico (no sólo como oferta y respuesta de inversión, sino como necesidades de demanda de mercado) es el que genera el empleo, ha de instalarse por encima del +0,17%. No obstante, todos estos cálculos mutan si la población activa varía, de tal forma que se avanzaría más rápidamente si cayera o se alejaría el horizonte de cumplimiento si se incrementara. Y, a este respecto, hay que tener en cuenta que los flujos demográficos están correlacionados positivamente con la evolución de la economía.

Todo este relato debe sonar a justificación o defensa. De lo que se trata es poner en valor el esfuerzo a la hora de revitalizar a una sociedad que cayó en una profunda crisis a la que fue invitada a la fuerza, tras sucumbir a la irracionalidad del consumo desenfrenado basado en un endeudamiento deficientemente planificado.

*Director general de Trabajo