Tenemos a las puertas de este año 2018 varios retos económicos importantes para las Islas, comenzando con la necesaria aprobación de los presupuestos generales del Estado para poder recibir a tiempo las transferencias pactadas de este a Canarias y poder ejecutarlas con total garantía.

Al mismo tiempo, debe fraguarse el anunciado equilibrio en la financiación autonómica, donde Canarias aspira, legítimamente, a equipararse con la media de la renta per cápita del resto del territorio nacional.

Sin olvidarnos de la aprobación del Convenio de Carreteras o del apartado económico del REF, que posibilitará, además, unas necesarias enmiendas fiscales tanto para el régimen común del REF como del registro de buques o de la propia Zona Especial Canaria.

Figuras todas ellas para ayudar a estabilizar el crecimiento económico y que las empresas puedan garantizar un marco competitivo sostenible, donde se genere más empleo y de mayor calidad.

La recuperación económica será completa cuando el empleo y el poder adquisitivo de trabajadores y empresas se recupere para que el círculo virtuoso de la producción y el consumo vuelvan a tener un peso específico proporcional al que tuvieron antes de la crisis, y que han sido parcialmente relevados por la industria financiera, que, metida de lleno en un proceso acelerado de transformación digital, no genera empleo al mismo ritmo que recupera sus resultados.

Al fin y al cabo, el hecho de que Canarias se enfrente al minuto en el que eclosionan juntas las herramientas económico-fiscales que necesita se debe transformar en una oportunidad, preparándonos para ejecutar convenientemente los presupuestos y cumpliendo con los compromisos adquiridos con las familias canarias y el tejido representativo económico laboral.

*Vicepresidente del Consorcio de la Zona Especial Canaria