Desde hace unos meses no es inusual ver en los medios a distintos agentes manifestarse públicamente pidiendo subidas salariales no incrementales que permitan mejorar la capacidad adquisitiva de los asalariados de forma urgente.

Otras voces no se han hecho esperar.

Desde las patronales Canarias, pidiendo sosiego y algo más de tiempo para ser capaces de seguir creando empleo al ritmo actual, antes de tomar medidas que pongan en riesgo la competitividad de las empresas, hemos pasado en poco tiempo de ser la segunda Comunidad autónoma con mayor tasa de desempleo a estar en el quinto puesto y queremos seguir subiendo en la lista. Esa es la prioridad. Desde CEOE nacional y en el marco de la comisión para la renovación del acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (bipartita con los sindicatos) se ha ofrecido una subida mayor que la de años anteriores y con un componente variable, sujeto a productividad, que los sindicatos han rechazado demandando mayores incrementos fijos independiente de los mejores o peores resultados de la empresa, propuesta inadmisible si recordamos que más de la mitad del tejido empresarial no ha salido aun de los "números rojos" en los que le sumergió la crisis.

Y quizás la sorpresa ha venido desde el sector público, comenzó el Gobierno central que anhelaba un incremento de recaudación del 3% para poder ingresar 4.000 millones en las arcas de la seguridad social, la misma cantidad que tuvieron que pedir prestada para pagar las pensiones extras de diciembre (casualidad...), solicitud que continuó en nuestra tierra (Gobierno y cabildos) y llegó hasta el corazón de Europa con el señor Draghi, solicitando también esa reclamada subida.

A uno, aunque nuevo en estas lides, ya le castigaban los higadillos en algún programa de radio mañanero con este asunto desde verano y por tanto el debate no le ha sonado a nuevo y le ha pillado con los datos en la mano: Los incrementos salariales en Canarias desde el comienzo de la crisis hasta hoy han sido superiores a la media del resto del país (2,54% frente a 1,35% en el Estado) y esto es una evidencia de que nuestro empresario no solo no da la espalda a la cuestión sino que se pone a ello con el mayor empeño.

La conversión de contratos temporales en fijos fue en nuestra provincia del 24% en 2017 frente a una media nacional del 21,2%, lo que manifiesta que el empresario local no solo está a la cabeza en lo que a subidas salariales se refiere sino que además apuesta por un contrato indefinido para el trabajador.

A pesar de lo arriba descrito el mix sectorial de Canarias sigue siendo responsable de que sigamos estando por debajo de la media salarial de España (6% PIB industrial vs 27% en el País Vasco que está entre las comunidades con mayor salario medio).

¿Se hace algo para modificar esta situación?

Sin duda el empresario trata de buscar o consolidar oportunidades en sectores como el industrial, que no es fácil, donde las economías de escala juegan en nuestra contra y donde solo podemos defender nuestra renta de situación y nuestro REF para recuperar el terreno perdido. Pero a menudo los corsés normativos autoimpuestos lo impiden, véase el "acoso y derribo" a la refinería en donde abundaban sueldos muy por encima de la media y cuya actividad de refino se ha deslocalizado a otras latitudes gracias, entre otras causas, a la inacción y en algunos casos al "empujoncito" de una buena parte de los que ahora solicitan subidas salariales desde el sector público, o el caso de la fábrica de capital ruso que trata de establecerse en la dársena de Santa Cruz desde hace ya cinco años. Y es que, aunque gusta la industria: sus salarios, su empleo directo e indirecto, sus impuestos y dividendos locales, también la queremos invisible, silenciosa e inodora, vaya contradicción.

Y mejor no hablar de la realidad en la que se encuentran los que tratan de lanzar nuevas actividades en sectores otrora exitosos como el de la construcción, con dinero y proyectos, pero paralizados ante planeamientos anulados o impugnados. O la imposibilidad de materializar los presupuestos públicos en infraestructuras y en empleo por razones variopintas que darían por si mismas para otro artículo.

Además de lo anterior nuestro presidente, José Carlos Francisco, recordaba el otro día que los fenómenos de globalización tienden a centralizar los focos de decisión y gestión en lugares cercanos al centro de gravedad del negocio, y por ello se reducen o incluso suprimen los centros de servicios compartidos, las estructuras gerenciales y los cuadros directivos en Canarias normalmente muy bien retribuidos.

Y si seguimos en modo globalización también es un hecho que la no recuperación total de los niveles salariales tras la crisis está siendo un fenómeno que trasciende nuestras fronteras y ya se estudia como un comportamiento inusual de los mercados de trabajo a nivel mundial. Uno más que los expertos no saben explicar.

Y la globalización aún no ha acabado su tarea, también trae perspectivas poco halagüeñas en otros sectores, por citar un ejemplo, la evolución del comercio tradicional al modelo de centro comercial y gran superficie parece que va a pasar a una fase en la que el ecommerce puede hacerse con un trozo de mercado a ritmo exponencial impactando negativamente en ese sector. En EE UU los centros comerciales están cerrando y alguna multinacional de la gran distribución basada en Canarias nos ha mostrado su profunda preocupación por el imparable avance de Amazon en su sector y que duda cabe que la economía de arrastre del sector comercial tradicional o el de la gran distribución es mucho mayor que la que conlleva el comercio electrónico.

Con todo esto alguien calificó esta situación post crisis como "the New Normal" dicho de otra manera que nos tenemos que hacer a ella, si o si.

Y es un nuevo contexto que no gusta al coro mediático del que hablaba al principio del artículo, pero tampoco a los empresarios, la cuestión es si ese coro va a resolver el problema de raíz a base de declaraciones o si solo va a traer ruido, inconvenientes y tensiones a un mercado de oferta de trabajo que en silencio lo está haciendo bien en los últimos años. ¿Qué opinan?

En este mundo de libertad de opción, nosotros preferimos aceptar el reto de cambiar estas tendencias imparables que no nos llevan a donde nos gustaría estar y seguir insistiendo y dedicando todas las energías a una desregulación que favorezca la inversión pública y privada, al apoyo de nuevos empresarios que ayuden al crecimiento de nichos de empleo de calidad en sectores alternativos como las nuevas tecnologías, las energías renovables o la reparación naval en nuestra provincia, a la digitalización de las "empresas de toda la vida" para asegurar su supervivencia, a la lucha contra la economía sumergida que fomenta inequidades, a poner en valor en todos los foros posibles las bondades de nuestro REF y a tender puentes con el sector educativo público y privado para que transformen el lamentable escenario del paro juvenil actual por una situación en la que ya se encuentran otras CC AA que tras alinear a sus "fábricas de trabajadores y empresarios" (léase universidades y centros de FP) con las necesidades del mercado se enfrentan ahora incluso a falta de mano de obra para los relevos generacionales a corto y medio plazo. Bendito problema.

No parece una receta de restaurante tres estrellas de la Guía Michelín aunque algo de deconstrucción habrá que hacer... parece algo más básico, casi de guachinche, pero hay que ponerla en práctica, metámonos en la cocina y dediquemos nuestros esfuerzos a transformar ese "New Normal".

*Secretario general CEOE-Tenerife