A esto me ha traído una información que leía el pasado día 3 en la prensa local. Se refería a que: "El Gobierno de Canarias adjudicó en 2013 un contrato por valor de 17 millones de euros a una empresa que fue constituida un día (antes) de presentar su propuesta para ello y que contaba como capital social 3.000 euros". Se trataba de la adjudicación a la empresa Puerto Deportivo de Arguineguín S.L. para la construcción de dicho enclave.

Automáticamente regresó a mi mente el afer Marvecan S.L., empresa constituida con un capital social de 100.000 pesetas (corría el año 1987), a la que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife pretendía adjudicar la construcción de una marina deportiva en la dársena de Los Llanos. Ello tenía que ser mediante acuerdo plenario. Y en aquel pleno, el grupo socialista presentó un documento del Registro Mercantil en el que aparecía como accionista de tal empresa la esposa (en régimen de bienes gananciales) de un concejal. Y a partir de ahí, la dimisión del concejal (al que todos teníamos un gran afecto por su bonhomía y amabilidad) y los líos posteriores.

El 23 de abril de 1987, en rueda de prensa, el alcalde decía: "A veces las sociedades se crean con un capital simbólico a los efectos de concursar y únicamente cuando tienen la adjudicación es cuando realmente amplían el capital a la dimensión exigida en función de la inversión". Y esto me trajo al recuerdo entonces, y me lo trae ahora, las opiniones que más de una vez vertí en prensa al respecto.

Había cursado los dos años de la primera promoción del IUDE (1970-1972), de cuya institución era director don Manuel Jiménez de Parga (qepd) y era secretario don Jerónimo Saavedra Acevedo (el político más culto que ha ejercido en esta tierra en Democracia y al que hoy tienen "secuestrado" como Diputado del Común por la incapacidad del Parlamento para designar al sustituto). Pues bien, aquella formación me permitió abrir la mente a algo más que mi enclaustramiento técnico-profesional. Y vine a interesarme por los asuntos del Instituto Tinerfeño de Expansión Económica y por las publicaciones de la Cámara de Comercio, y en estas veía las empresas que se registraban en el Mercantil y los capitales sociales con que lo hacían; y no daba crédito a que se registrasen empresas con tan poco capital social para la actividad que habían de desarrollar.

También me ha traído al recuerdo cómo, siendo presidente del Gobierno de Canarias don Román Rodríguez, se adjudicó el servicio de Aeromédica. Parece que las adjudicaciones, o intentos de ello, a familiares y amiguetes han sido y son algo consustancial con la vida misma.