En esta colaboración semanal que tenemos siempre desde hace muchos años en este periódico, que tan bien nos trata, queremos explicar que el título es simplemente para decir que hablar de los presupuestos generales del Estado es hablar siempre de Canarias. Hay que dejarlo claro al principio, porque cuando el PGE habla de Sanidad, Educación, Políticas Sociales, Pensiones? también habla de Canarias.

Volvemos a confirmar la tendencia al alza y volvemos a confirmar que estamos en el buen camino, en la senda de la recuperación, y como prueba de ello los presupuestos generales del Estado para 2018. Nuestra economía funciona y se recupera a pasos agigantados, merced a unas políticas que fueron criticadas y duras, pero que han surtido efecto, gracias al esfuerzo de todos los ciudadanos de todas las ideologías.

El Partido Popular se marcaba como una prioridad que los presupuestos fueran dedicados al ciudadano, porque sin duda se trata de los más sociales de la historia democrática de nuestro país. Son los presupuestos de todas y todos. Son los presupuestos de los funcionarios, de los pensionistas y de los trabajadores con rentas medias y bajas, unido al fuerte ritmo de creación de empleo que nos convierte en líderes europeos, además de favorecer las rentas y pensiones más bajas, con mantenimiento y reforzamiento del Estado de Bienestar como pilar básico.

Después de cuatro años subiendo un 0,25%, en 2018 las pensiones mínimas y las bajas, aquellas que no pagan IRPF, subirán más finalmente. Las mínimas subirán un 3%, lo mismo que las no contributivas. También aumentarán las pensiones por viudedad. Una medida que beneficiará en Canarias a 313.578 personas.

Se devuelve a los empleados públicos parte de los esfuerzos realizados en la época de crisis, más de 8.000 millones en infraestructuras, fortaleciendo el crecimiento económico y reduciendo la deuda de las administraciones públicas, más de 2.500 millones de euros para Servicios Sociales y Dependencia, y un aumento del 24 por ciento en las partidas destinadas a la lucha contra la violencia de género, deducción social del impuesto de sociedades, aumento de 50 millones destinados a becas a pesar de que son las comunidades autónomas las que ostentan las competencias educativas, o el aumento del 4,5% del gasto destinado a bajas por maternidad y paternidad, más de 6.000 millones de euros destinados a políticas de Investigación, desarrollo e innovación civil?

Se trata de una serie de medidas generales, para el conjunto de la población española, que evidentemente también beneficia a todos y cada uno de los canarios, apostando por las políticas sociales, de cercanía y priorizando sobre los que menos tienen.

Los presupuestos generales del Estado otorgan a Canarias, en este 2018, más de 281 millones de euros, con un aumento de casi el tres por ciento respecto a las cantidades destinadas por el Estado al Archipiélago durante 2017.

Esta sensibilidad del Estado, permite, en las Islas, la mejora de la financiación autonómica, el convenio de carreteras, el 75% de bonificación para el avión y el barco entre islas, el 100% del transporte de mercancías interinsular y con el continente, los seis millones de euros para combatir la pobreza en el Archipiélago, el Plan Integral de Empleo (PIEC) y la financiación del Programa de Opciones Específicas por la lejanía y la insularidad (POSEI), además de las partidas a obras hidráulicas, las infraestructuras educativas y el transporte regular de viajeros, así como la autorización para utilizar el superávit, con duras condiciones.

Será a finales de este mes de abril cuando los presupuestos sean debatidos, para su aprobación, en el Congreso de los Diputados, y seguimos sin entender el posicionamiento del Partido Socialista de Pedro Sánchez, que no es todo el PSOE, y que ha mandado a abrir una causa general contra el PP, sin darse cuenta de que lo que hace es ir en contra de los ciudadanos de todas las ideologías.

Con su negativa, Sánchez dice no a la bajada de impuestos a los mileuristas, no a las políticas por la conciliación y no al aumento de las pensiones, entre otros muchos beneficios, o la negativa de otros partidos nacionalistas que vinculan su apoyo a la desactivación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, primando más los intereses políticos que los generales de todos los españoles, catalanes y vascos incluidos.

Insistimos una vez más que no todo vale en política. No se debería jugar a sacar votos en determinados asuntos de vital importancia para el interés general, y por desgracia a algunos parece no importarles, teniendo la obligación de buscar soluciones a los grandes problemas, y no son ideológicos.

No cabe agradar los oídos y mentir a los votantes, alejándolos de la realidad y con un objetivo repleto de intereses; el poder, si las políticas que se ponen en marcha no cumplen las expectativas generadas en los discursos. La mentira, tanto en política como en la vida, tiene un corto recorrido. Los ciudadanos, las personas, los votantes, son muy inteligentes.

El uso del populismo se está haciendo últimamente más de lo que debería, y en la actualidad más que nunca en contextos políticos, sin que del término se llegue a desprender una evidente identificación ideológica sino más bien con procedimientos como la demagogia o el discurso fácil, y la demagogia es la antesala del totalitarismo.

Con los presupuestos debemos apostar por el rigor, la transparencia, la comunicación y por la cercanía con todos los ciudadanos, sean del color político que sean. Únicamente de esta manera, con cercanía, sinceridad, comunicación y transparencia, la política volverá a ganarse el respeto de todos y la valía de unas políticas acertadas y para todos, su valor añadido, imprescindible para resolver los problemas actuales volviendo a estimular los sentimientos y volviendo a ser una referencia social.

Son presupuestos sociales y fiables, además con una reducción del déficit público, que distribuye los beneficios económicos sobre los sectores de la sociedad que no tiene otra manera de recibirlos. Las pensiones son el 40% del gasto y salud, sanidad y protección social el 56 por ciento.

*Portavoz del PP en el Ayuntamiento de La Laguna Senador del PP por Tenerife