Israel, entre el enjambre de enemigos que tiene, posee dos destacados por el cupo español: la prensa y la izquierda española. El País, el pasado 2 de abril, a cuenta de los 18 muertos de Gaza proclamaba en portada "la ofensiva Israelí contra Gaza" sabiendo que es imposible ninguna ofensiva sin salir de tu territorio, los muertos (la mayoría milicianos) lo habían sido cuando intentaban entrar en Israel. Resulta cansino leer "Gaza sitiada por Israel", cuando tiene frontera con Egipto. Lo abusivo de los dislates semánticos solo puede ser obra del inconsciente colectivo. El odio neto y afilado al judío lo camuflan en aversión al sionismo, el movimiento decimonónico de Herzl que cuajó con el Estado de Israel por votación de la ONU en 1948. El antisionismo volatiliza a NN UU y hace al judaísmo visible y cuerpo colectivo al actuar en el espacio político: Lo intolerable.

Hamas, a diferencia de Hezbola, en cuanto provoca 2.000 muertos, arriba o abajo, declara el alto el fuego. Ahí tiene tabulado el "genocidio" el antisemitismo. La apocalíptica tragedia de Irak, Siria y el Mediterráneo con ciento de miles de muertos, lo más que logra es mostrar una hipócrita solidaridad verbal. Sin amago de "flotillas de Gaza", cuando por fin serían funcionales. Avanzaba la muerte sin cortapisas ni indignación mientras pensaba "ya llegará Gaza", y ha llegado.

Hamas no se dedica a actividades de gobierno que impliquen tareas prosaicas: reconstrucción material, servicios, aprovechamiento de los aludes de ayuda humanitaria, comercio, inversiones, búsqueda de la paz. Que se pueda ver alguna mujer por televisión en Gaza, que seguro hay. Esta organización terrorista no reconoce a Israel, pretende y hace por expulsar a los judíos, que no existan, y lógicamente no quiere negociar (nadie les apremia), y apuesta por los más épico y glorioso: el terrorismo, perfeccionado con la utilización de civiles y niños como escudos humanos. Como también en lo relativo a la manipulación de imágenes, como pudimos verificar nuevamente.

La frontera de Gaza es internacional, es la histórica creada por NN UU. Los gazatíes están ya en su tierra: no tienen que regresar. Los 1,3 (20%) millones de palestinos ciudadanos de Israel también están en su tierra, como los palestinos de Cisjordania, salvo los homosexuales que ansían pasarse a Tel-Aviv: meca gay.

En la guerra de la independencia, hace 70 años, de grado o por fuerza, 700.000 palestinos abandonaron el territorio. De quienes (descendientes) jamás sabemos nada. Incluidos los despreocupados antisemitas españoles.