Lejos de rectificar -cuestión de sabios-, tras comprobar la pobre aceptación que tuvo entre los ciudadanos su primera propuesta para modificar el sistema electoral, las fuerzas políticas con representación en el Parlamento de Canarias -salvo la Agrupación Socialista Gomera- continúan erre que erre con su idea de aprovechar la reforma electoral para incrementar el número de diputados en la Cámara autonómica. En lugar de buscar una mejor representatividad -algo que tampoco está claro, tal y como argumenta el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, en estas mismas páginas- con la cifra actual de sesenta escaños, o incluso, por qué no, rebajando la cantidad, insisten en alcanzar los setenta. En su momento, EL DÍA se manifestó en contra de esta iniciativa, pues considera que Canarias no precisa de más diputados, sino todo lo contrario. Lo que requieren las Islas es que sus representantes en el Parlamento trabajen más y estén más atentos a la calle y a lo que necesitan los canarios. No se trata solo de que se vaya a incrementar el coste de la Cámara, lo cual podría estar justificado si se obtienen buenos resultados, sino de calibrar la aportación que van a realizar realmente diez diputados más al bienestar diario de los ciudadanos del Archipiélago. Nada que objetar a que se fije una circunscripción electoral regional, si así se logra realmente una mayor unidad de las siete islas, pero tomando como base la actual composición. ¿Por qué no se estudia esa fórmula? ¿Tan complicado resulta adaptar el sistema electoral a la actual distribución poblacional sin elevar el número de diputados? Sinceramente, no se entiende que lleven más de dos años analizando este asunto y la única solución sea la que proponen ahora. ¿Dónde está su eficiencia? ¿Para eso pretenden sumar más escaños? Mejor no.

El Gobierno de Canarias, con su presidente, Fernando Clavijo, a la cabeza, es consciente de que las Islas se juegan mucho en el diseño de la futura Unión Europea, una vez que el Reino Unido ha decidido desmarcarse de este proyecto. Ya a principios de año, el jefe del Ejecutivo canario expuso ante un nutrido grupo de políticos y agentes sociales las dificultades a las que se enfrentaba el Archipiélago y las medidas adoptadas para salvarlas. La principal, sin duda, aprovechar la condición de región ultraperiférica para que se tengan en cuenta las singularidades de Canarias, tanto para las carencias como para las oportunidades. Esta semana, también impulsado por el propio Gobierno, se ha vuelto a recordar, dentro de un seminario sobre las oportunidades de las RUP, el escenario en el que se están desarrollando las negociaciones y los pasos que se están dando. Es preciso destacar que con motivo de este encuentro han pasado por Tenerife, entre otros, la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, y la directora de Presupuesto, Comunicación y Asuntos Generales, de la Dirección General de Política Regional de la Comisión Europea, Dana Spinant, quienes han tenido la ocasión de conocer de primera mano en qué situación se encuentran las RUP y cuáles son sus principales demandas. Una buena estrategia para posteriormente abordar en Europa el próximo presupuesto.