Invitados por el decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Rabat, acudimos diversos especialistas en el Sáhara al II Coloquio Internacional "Entre las dos orillas", celebrado en El Aaiún.

Para alguien que ha escrito varios libros sobre el Sáhara no deja de ser emocionante visitar esa ciudad. No descubres un nuevo espacio sino un nuevo tiempo. El hoy se proyecta al futuro y al África del siglo XXI. Basta visitar el Sáhara para que lo que son fantasmagóricas remisiones al pasado se conviertan en lanzaderas al porvenir de África. Al ser uno de los primeros en llegar me adentro en lo que después sabré es el barrio de Colominas (muy mentado en la literatura del final colonialismo español), donde se ve mujeres con el caftán y otras prendas del norte de Marruecos. Sin embargo, el hotel está repleto de mujeres con melfas saharauis, situación que prejuicios y desinformación invertirían. Es radicalmente imposible barruntar la existencia de dos comunidades.

Se trata de una prolongación de Marruecos con grandes parques en construcción, mismas obras y señalizaciones, jóvenes vestidos según pautas occidentales, hombres sentados en las terrazas de los cafés y tiendas abiertas pasadas las 11 de la noche.

Otro de los organizadores es Alterforum, presidido por Bachir Edkhil, un personaje novelesco: intelectual, poeta y promotor de la economía social. Un surtidor de ingenio e inteligencia. Su agudeza no distingue de idiomas. Fue uno de los fundadores del Polisario. Él cubría la imprescindible cuota de habla española en una dirección mayoritariamente francófona. Algo poco conocido en España. Como que el expresidente Abdelazziz no supiera español. Fue responsable del estado mayor del Polisario e incurrió en una disidencia precoz, que le hizo preso de sus propios compañeros. Prestó grandes servicios al régimen militar en el exterior, a él se debe la instalación de dos hospitales en los campamentos de Tinduf.

A Bachir Edkhil todos le escuchan, es como un santón que peregrinara de "zuaia" en "zuaia" como los "hombres de los libros" de tanta tradición en la zona, como lo son los "hombre del fusil" al que como erguibat (su tribu) pertenece.

Lo que ahora interesa a él y a otros expolisarios es un Sáhara democrático y libre, que posibilite proyectos y una vida real, no como la interminable situación de ciega sumisión que invade los campamentos de Tinduf con arreglo a los patrones totalitarios en boga hace 50 años. Gestionar la indeterminación que presenta la vida real es una obra titánica.