La distribución del desempleo en diciembre de 2011 -en aquella fecha donde Rajoy y su Partido Popular consiguieron la mayoría absoluta- se repartía por igual entre hombres y mujeres. Sí, estamos de acuerdo en que era un número inaceptablemente alto, pero el Gobierno que llegó decidió dejar de lado a las mujeres.

Más de 7 años después, con el mismo Rajoy y el mismo Partido Popular, el número de mujeres se ha disparado con respecto al paro masculino en más de medio millón. Quedarnos impasibles ante esta nueva realidad es solo claudicar ante la inexistencia de unas propuestas en materia de conciliación y de igualdad que ha feminizado la pobreza y condenado a muchas familias monomarentales, cada vez más numerosas. El tipo clásico de familia ya pertenece a otra España, que parece que desde el Partido Popular se echa de menos y que solo volverá si siguen gobernando de espaldas a la mitad de la población española.

Ejemplos de cómo se puede gestionar la realidad la da el Gobierno de Euskadi, que implementa medidas que hagan frente a un mercado laboral donde la reforma del PP sigue haciendo estragos. Justo lo que le compete a un gobierno, aunque sea autonómico, es intervenir con todas sus herramientas a mano para corregir esta abrupta brecha que en apenas años amenaza con alterar nuestro futuro. Y digo nuestro porque son las mujeres las que salen malparadas y son a ellas a las que hay que diseñar soluciones para que puedan sacar la cabeza.

Beatriz Altolazabal es nuestra compañera que en el País Vasco está liderando toda una batería de iniciativas como el nuevo permiso parental que busca frenar esta salida del mercado laboral de la mujer, además de fomentar la natalidad con ayudas al alquiler a los más jóvenes. Se ha puesto el foco en cuestiones que lo mismo no dan titulares, pero que en pocos años harán más equilibrada la vida en Euskadi. Estamos seguros de que este tipo de medidas encontrarán poco a poco eco en el resto del Estado porque se trata de actuaciones que van en la dirección y que además combaten uno de los grandes problemas que enfrentamos en el medio y en el largo plazo que es el envejecimiento de la población.

Por un lado, es una satisfacción personal y del colectivo al que pertenezco que sea el Partido Socialista el que acierte con medidas concretas para una sociedad más igualitaria, pero el contraste con otros gobiernos, el estatal y el de nuestra comunidad autónoma, nos lleva a seguir reclamando que incluso plagien las medidas socialistas que no son cortoplacistas, sino que están pensadas para que perduren en el tiempo hasta que la realidad se pueda cambiar. Porque los socialistas aspiramos a eso, a gobernar para cambiar la realidad en base a valores que creemos que son compartidos por la mayoría de la ciudadanía. No nos va estar por estar, sino que nos enfrentamos con valentía a los desafíos que la sociedad nos pone delante.

Para los socialistas es inaceptable esta deriva que parte en dos a nuestra sociedad, además por motivos de género en el terreno laboral. Trabajamos mucho en este país para superar esta realidad que venía de tiempos pretéritos para que, en pocos años, por la inacción y torpeza gubernamental esas conquistas se pierdan. Eso sí, no nos van a rendir, porque podemos equivocarnos, pero será por no dejar de perseguir lo que ahora parece un sueño. No lo fue cuando otro gobierno ejercía como tal, un gobierno comprometido con el avance social que ahora está puesto en entredicho.

*Diputada nacional del PSOE por Santa Cruz de Tenerife