Hace escasamente unos días, la banda terrorista ETA anunció su posible desaparición con el mismo cinismo, inmoralidad e irresponsabilidad que marcaron sus crímenes, que tanto daño han hecho a la sociedad española y europea, lo que nos ha llevado a presentar una moción al Pleno del Ayuntamiento de La Laguna, que fue aprobada por unanimidad con la única y triste abstención de Podemos.

Durante los últimos 50 años los asesinos de la banda terrorista han sembrado fuego y sangre, dejando un legado de odio y rabia que costará eliminar del País Vasco, Navarra y, en definitiva, de toda España. Actos grabados a fuego "en el libro y volúmenes de nuestro cerebro", como diría William Shakespeare.

La historia de ETA no es más que el relato de quienes pretendieron instaurar un régimen de terror porque era su única forma de conseguir unos objetivos políticos que no podían lograr de forma democrática. La injusticia, la crueldad y el totalitarismo impuestos por la fuerza, teniendo como principal arma el atroz crimen. El asesinato de inocentes.

Hoy ETA ha evidenciado por fin que toda su historia ha sido un fracaso. No ha logrado ninguno de los objetivos políticos que se marcó en su larga trayectoria criminal. Los terroristas no consiguieron ningún rédito por matar. Y tampoco por dejar de hacerlo, hace ya algunos años. La democracia nada tiene que agradecer a la banda terrorista ETA.

Ahora, cuando ETA, por fin, ha anunciado su desaparición, nuestro primer pensamiento es para las víctimas del terrorismo: las 853 que perdieron la vida; para las que sobrevivieron a los atentados pero que sufren sus secuelas para siempre; para las personas amenazadas y para sus familias. Para todas sin excepción, sin distinciones, sin colores políticos y sin categorías, porque a todas ha igualado en su fanatismo criminal la violencia terrorista. No hay lugar para las justificaciones ni para las excusas. Nada justifica tanto dolor ni tanta impiedad.

Y fue el testimonio de las víctimas del terrorismo el que desnudó de propaganda y de excusas huecas la auténtica naturaleza criminal del proyecto de ETA; el que lo privó de cualquier atisbo de legitimidad; y el que lo convirtió en algo, simplemente, detestable.

La sociedad española encontró una respuesta contundente a los asesinatos, extorsiones y amenazas: ¡nuestra democracia! Ante los crímenes de ETA, justicia; ante la sinrazón del terrorismo, fortaleza moral. Crecimos como sociedad madurando con dolor por cada pérdida, pero decididos a defender nuestra vida en democracia y en libertad.

En el futuro, todos los demócratas velaremos por custodiar este legado que tanto sufrimiento costó a los españoles. Por este motivo hemos querido presentar una iniciativa para lograr el compromiso de mantener vivo el recuerdo de las víctimas del terrorismo, pero además comprometidos también en la lucha contra lo que ETA significó y contra lo que intentó llevar a cabo. Siempre velaremos por un relato veraz y democrático, porque es la mejor garantía de que nada de eso vuelva a suceder.

Evidentemente trasladamos nuestra inmensa gratitud a todas aquellas instituciones, entidades cívicas y personas que se han implicado en la lucha contra la banda terrorista ETA, además de agradecer a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado la labor infatigable en la lucha contra la banda terrorista, desarrollada durante todos estos años de dolor y sufrimiento para miles y miles de personas. Gratitud a Francia y al resto de países de la Unión Europea por su compromiso y colaboración, que nos ha permitido derrotar a los asesinos.

Nuestro agradecimiento y apoyo a todas las organizaciones que durante años han defendido la dignidad de las víctimas del terrorismo y que han mantenido viva su memoria y reivindicando justicia para cada uno de los casos.

En la iniciativa presentada ante el Pleno del Ayuntamiento de La Laguna, solicitamos además al Gobierno de España que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado sigan investigando los crímenes de ETA, ya que casi 300 asesinatos aún no han sido juzgados. Por el honor y el descanso de las víctimas, pero exigiendo que los delitos por el terrorismo se sigan juzgando, condenando si procede, y que las condenas se cumplan sin ningún tipo de impunidad.

Nos sumamos a la iniciativa de mostrar el lazo azul, como símbolo de la lucha contra ETA y de compromiso permanente con las víctimas del terrorismo; por su dignidad, memoria, verdad y justicia, apelando a todos los partidos políticos para que mantengan la unidad del Pacto Antiterrorista. Todas las formaciones políticas deben permanecer unidas frente a los asesinos y sus cómplices.

Todas las instituciones se deberían adherir a esta moción que presentamos en La Laguna, porque nunca podremos olvidar. Siempre estaremos con las víctimas y sus familiares. En este tema no se puede ser condescendientes, porque nunca ha existido una guerra, pero sí una banda de asesinos.

*Portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de La Laguna.

Senador por Tenerife