La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife (RSEAPT) viene produciendo una serie de ciclos y conferencias, en diversas materias, que honran el quehacer del actual equipo directivo al frente de dicha sociedad. Quehacer en el que se manifiesta la impronta de quienes constituyen las comisiones que pretenden cumplir los objetivos que la RSEAPT se marcó desde su creación.

Hace poco tiempo se dio fin al ciclo Planeta Tierra que, liderado por don Eustaquio Villalba, esta vez ha versado sobre los océanos. Ha contado con científicos de alta formación y entusiasmo en el estudio y defensa de la Naturaleza, en este medio tan dañado por nuestra actividad como humanos depredadores del planeta. Este ciclo que venía de una trayectoria exitosa se vio suspendido por avatares directivos en la junta anterior. Y se ha podido recuperar para bien de todos (profesionales, científicos, y público ávido de conocimiento) con la actual junta que dirige don José Carlos Alberto.

Desde el 24 de mayo se viene celebrando el ciclo que da lugar al título del presente artículo, y que dirige un hombre altamente preocupado por el devenir del agro canario: don Wladimiro Rodríguez Brito. Ciclo que, de seguro, hubiese contado con la presencia y el conocimiento del muy añorado don Pedro Molina (qepd).

Quiero hacer mención aquí, porque me impresionó, a la exposición que nos presentó doña Marisa Tejedor Salguero el pasado día 6 relacionada con la "desertificación" del suelo. Término éste que como ella nos explicó, pues que no lo encuentro en el diccionario, es la desertización por causa del ser humano; considerando al término "desertización" cuando este efecto lo produce exclusivamente la Naturaleza. Y me parece muy oportuna la designación de aquel término para ver si somos capaces, como humanos que cubrimos el planeta, de tener conciencia respecto de nuestras actitudes en el tratamiento del suelo que nos sostiene. Actitudes, cuando no aptitudes deficientes, imbricadas en el tratamiento del terreno agrícola; normativas y legislación al efecto; cumplimiento o incumplimiento de las mismas; calidad del agua que afecta a los distintos cultivos y suelos; aprovechamiento de recursos? He venido a conocer el efecto tóxico del boro, elemento químico que yo venía detectando en el agua que sale por el grifo de mi casa. Son las administraciones correspondientes quienes tienen que vigilar y exigir el cumplimiento de las especificaciones de calidad.

Además, como dice una y otra vez don Wladimiro: la cultura del pueblo, que se ha ido depreciando hasta ser irreconocible respecto al cuidado y dedicación que los antiguos agricultores le daban a la tierra que había de proporcionar los alimentos. En todo esto debiéramos estar.