Curiosamente muchos de los que militan en las filas más ruidosas de la antislamofobia, jamás se preocupan de ilustrar la realidad del islam. Basta con denunciar una lacra injusta. ¿Por qué nunca defienden el islam en términos positivos? Se puede y no es difícil. ¿Será que lo único que les motiva sea condenar a los agentes de la islamofobia? Parece innegable ¿Y quiénes son aquellos? En parte apreciable, sectores de izquierda, Podemos, feministas, adláteres, que desprecian absolutamente el Islam, pero que en su odio antioccidental (más la furia antijudía) enarbolarán todas las banderas redirigibles contra el cristianismo europeo.

Hay cuatro escuelas de jurisprudencia y teología islámicas. El Derecho (fiqh) está contenido en la sharia. De las cuatro, sola una se circunscribe a Arabia: Ibn Hanbal auspició la regresión a la sharia, revocando criterios más abiertos y petrificando en torno al siglo XII todo el esplendor de la ciencia; ahí acabaron los Averroes, Avicena, y se puso fin al progreso de Al Ándalus y mundo musulmán; la naturaleza perdía su valor en sí y quedaba en testimonio de la omnipotencia divina.

También se produce otro hecho negativo decisivo, la condena del "ichtijad" o esfuerzo de reflexión intelectual, es decir, crítico (no la "yihad" literal: esfuerzo piadoso, moral) en el que las corrientes modernistas confiaban para la evolución del Islam.

Su efecto es aniquilador: el mundo musulmán pierde el caballo del progreso para siempre, y su virtualidad general. Esa simiente plantada en el siglo IX (era cristiana) agosta la tierra islámica en el siglo XVIII: triunfa el wahabismo sunita con la familia Saud de Arabia.

La otra gran familia islámica, el chiismo, aunque también en Irán una teocracia, admitió incorporaciones del sufismo, esoterismo y otros, engendrando una constelación de grupos religiosos. Muchos tenidos por heréticos. Las dos corrientes principales son los septimanos y los duodecimanos, en el orden de espera del Mahdi oculto.

El sufismo es un gran atemperador del rigorismo de la Sharia, nace en el siglo XII de nuestra era y en él confluyen neoplatonismo, gnosticismo, mística india, persa. Es el misticismo del islam, que entronca más con el chiismo original, pero que también pertenece al sunismo.

En el Magreb y el África negra occidental el sufismo goza de gran predicamento. La dogmática legalista sunita es flexibilizada por la jurisprudencia malikí. Es un ámbito poblado de morabitos y zuaias, hombres del libro, cofradías y santones, a lo que hay que sumar espíritus, mal de ojo, brujería y creencias bereberes preislámicas. Para el wahabismo: directamente apóstatas.