El tiempo que se está perdiendo en la puesta en marcha de los mecanismos necesarios para empezar las obras de carreteras, perjudica a nuestra economía, pero principalmente al bienestar de los ciudadanos y al progreso de nuestra tierra. El Gobierno Central no tiene la sensibilidad suficiente como para entender la importancia que tienen las carreteras en un territorio limitado como son nuestras islas, único medio de comunicación y de vertebración territorial. La experiencia nos ha abierto los ojos y enseñado una realidad que tristemente se repite con mucha frecuencia, desde Madrid no se entiende a Canarias; da lo mismo quien esté en el Gobierno central, ya sea el PP o el PSOE, igualitos los dos, siempre desprecian las reivindicaciones en cuestiones de infraestructuras que se plantean desde Canarias.

La Península parece que tiene una primacía y querencia especial sobre estas islas en medio del Atlántico; allí todo son inversiones multimillonarias, trenes de alta velocidad deficitarios económicamente, autopistas sin tráfico, aeropuertos sin aviones; aquí por el contrario, cuestionamientos permanentes a lo que nos corresponde. Es como si hubiera un interés especial para que nuestro Archipiélago no progrese, ni que tengamos un mínimo de calidad de vida por lo menos, igual al resto de las Comunidades Autónomas. Llevamos tiempo esperando la firma del Convenio de Carreteras, no hay manera ni voluntad política de llevarlo a efecto, todo son disculpas, pegas innecesarias o absurdas, retrasos injustificados, vale todo con tal de retrasar la puesta en marcha de un mecanismo fundamental para el crecimiento de Canarias.

Un factor primordial para el desarrollo de la actividad económica y como consecuencia, para la creación de empleo, es el establecimiento del mejor nivel de infraestructuras y equipamiento social posible, el desequilibrio en las infraestructuras es la causa fundamental de la diferencia de desarrollo entre los distintos territorios y los canarios no podemos permitir que se nos condene a una falta de dotaciones básicas, a las cuales tenemos derecho. El futuro se consolida potenciando el presente y la base estructural son las infraestructuras. Canarias, por su situación geográfica y su realidad isleña, tiene el derecho y la necesidad de contar con unos equipamientos que sean modernos y eficaces, para dar respuesta suficiente a la demanda requerida, especialmente en las instalaciones aeroportuarias y de comunicación terrestre, que repercutirán, sin duda, en una reducción importante de los costes logísticos de las empresas y la generación de empleo. Si no se acometen, de una vez, las obras imprescindibles, así como el mantenimiento, conservación y mejora de las existentes, dentro de muy pocos años, por no decir, ya, ahora, nuestra economía quedará estrangulada.

No se está pidiendo a Madrid, ningún trato de favor, ni privilegio alguno, ni tampoco lloriqueando una limosna, exigimos lo que verdaderamente nos corresponde, obras prácticas y útiles, que se ejecuten sin demoras. Todos los territorios que en la actualidad gozan de un alto nivel de desarrollo, disponen de una eficiente dotación en infraestructuras, eso es lo que queremos para nuestras islas.

Necesitamos unas carreteras eficientes, seguras y sostenibles y si no están, hay que mirar a Madrid para saber el motivo primordial de esta carencia. Es el momento de la unidad, de alturas de miras y de apoyar al Gobierno de Canarias en la demanda inaplazable de la firma del Convenio de Carreteras, por encima de diferencias ideológicas o de cualquier otro tipo. La prioridad y urgencia de tener este acuerdo firmado, exige a todos: políticos, agentes sociales, entidades e instituciones, una postura unificada y enérgica ante la Administración Central para su consecución, el interés general así lo exige. Conseguir hacer realidad unas islas prósperas, con futuro para nuestros hijos y nietos depende de lo que construyamos ahora.

* Presidente de Fepeco