Cualquier persona sabe que las cosas, en general, no ocurren por casualidad. Las casas no se levantan de la noche a la mañana. Los cultivos necesitan que se siembre una semilla, se riegue y se cuide la planta mientras crece. Todo requiere de un trabajo y de un esfuerzo. Y las mejores cosas que nos han sucedido en este país han ocurrido cuando todos nos hemos puesto de acuerdo para dejar a un lado las diferencias arrimando el hombro en las cosas realmente importantes.

Canarias ha logrado en este año dar impulso a dos proyectos trascendentales que afectarán a la vida de los dos millones y pico de personas que viven en las Islas. Por un lado, el Estatuto de Autonomía, que es una norma estructurante, del máximo nivel, en el que se aumentan las competencias y el techo de autogobierno de Canarias, consagrando y protegiendo jurídicamente muchas de sus condiciones especiales, como la ultraperiferia y la insularidad. Y por el otro, se ha conseguido la aprobación de la nueva Ley del Régimen Económico y Fiscal canario en la que se contemplan todas las medidas específicas que protegen el hecho singular de la vida y la economía en un territorio como el nuestro. Estas peculiaridades son una tradición histórica que se remonta al momento mismo de la colonización de Canarias y que se han mantenido, de diferentes maneras y formas, a lo largo del tiempo.

Estos dos grandes proyectos políticos han sido fruto de la capacidad de casi todos para aportar y construir. Porque sabíamos lo que nos estábamos jugando: la subvención al transporte de viajeros y mercancías, las exenciones fiscales al consumo, la protección de derechos de los canarios, el control de las aguas canarias que nos circundan... Pero, lamentablemente, esa unidad de criterio que da prioridad al interés de todos sobre los legítimos intereses electorales no se da en todos los casos.

Las perspectivas para Canarias en el terreno de la realidad presupuestaria y económica están presididas por grandes nubarrones. Estamos viendo que, como era previsible, el turismo no solo ha detenido su crecimiento, sino que empieza a sufrir un ligero retroceso. La anunciada salida de Gran Bretaña de la Unión Europea puede tener repercusiones en la llegada de visitantes del mercado británico, el más importante de las Islas. El crecimiento económico empieza a ralentizarse y existen abundantes avisos de que la economía puede estancarse. Y todo eso coincide con una situación de "enfriamiento político" entre Madrid y Canarias.

Para las Islas, los convenios plurianuales que se firman con la Administración central constituyen una de las patas sobre las que se asienta la financiación extraordinaria de las Islas. Es inexplicable y muy grave que a estas alturas del año aún sigamos sin tener firmado el convenio de carreteras. Afecta a la mejora del único sistema de comunicación interior que tenemos los canarios y afecta a las licitaciones de obra pública y a la creación de empleo. El perceptible distanciamiento entre los políticos de aquí y de allá es un lujo que los canarios no nos podemos permitir. ¿De quién es la culpa? Qué más da. No se trata de fijar responsabilidades, porque son de todos y de nadie. Se trata de ser prácticos.

El Parlamento de Canarias es la pieza clave. Es en la Cámara regional en donde los partidos políticos canarios, sin excepciones, deben encontrar la fuerza para respaldar iniciativas y acciones que busquen una salida al atasco en el que estamos. Es muy peligroso que volvamos a los tiempos del desencuentro en donde unos se atrincheren en Madrid en un centralismo insolidario y otros se tiren aquí en Canarias al monte electoral. Los conflictos son un espejismo que promete votos, pero siempre acaban perjudicando a los ciudadanos. Agrupación Socialista Gomera intentará llevar a la Cámara regional hacia el espíritu del Estatuto y del REF en este terreno de la financiación de Canarias. Es necesario que abramos puentes de diálogo con Madrid y que nos posicionemos, de manera sólida y unida, en la defensa de las necesidades inmediatas de las Islas. Y si como parece vienen tiempos difíciles, con más razón debemos estar a la altura. Que las campañas electorales de unos y de otros no acaben siendo pagadas doblemente por los ciudadanos de canarias. Porque no se lo merecen. Hagamos algo útil, que es para lo que nos han puesto en donde estamos.

*Presidente del Cabildo de

La Gomera y portavoz de ASG en el Parlamento de Canarias