Estimado tonto del bote:

Durante muchísimos años has trabajado como un burro para mantenerte a ti y a tu familia. Has pagado impuestos por un tubo. Y además has dedicado una parte de tu salario a la caja de la Seguridad Social. Te habían prometido que a los 65 años te jubilarías con una pensión que te permitiría una vejez digna. Pues bien: te comunico que te han engañado como a un chino de los de antes.

Hay millones de personas que dependen de un sueldo de las administraciones y empresas públicas. Más de tres millones y medio de nóminas cada mes, que equivalen más o menos a los 120 mil millones que se gastan en pensiones. La masa salarial no ha dejado de subir, pero las pensiones fue lo primero que se congeló con la crisis. Y lo que es peor, el sistema está a punto de petar. No es que no se puedan subir, es que igual no se pueden mantener.

Para solucionar el problema decidieron hacer trampas. De forma unilateral modificaron el contrato vital que tenían contigo. En vez de a los 65 años te vas a jubilar a los 67 años. Los cálculos para la pensión, que antes estaban a tu favor, se cambiaron para intentar darte la menor cuantía posible. Y mientras uno veía, con mala leche, cómo se prejubilaban a los cincuenta y pico o sesenta años los de telefónica, los de las cajas, los maestros, los de la banca y los de las grandes empresas, a los demás nos toca pensar en ir al trabajo con bastón.

Ahora resulta que el sistema está al borde del abismo. Subir las pensiones al nivel del IPC puede conducirlo a la quiebra. Y encima quieren subir las pensiones no contributivas -de los que nunca cotizaron a la caja de la Seguridad Social- porque no dan para vivir. Pero en vez de sacar el dinero de los impuestos o de los gastos del Gobierno, los quieren sacar del propio sistema. Lo malo es que anuncian lo que no pueden hacer. Porque es de cajón que con salarios bajos no se pueden pagar pensiones altas. Porque aún tenemos menos trabajadores cotizando en la Seguridad Social que en el año 2008. Y porque no sólo tenemos diez millones de pensionistas, sino que la envejecida población española va a seguir creando jubilados de forma imparable.

La cuerda siempre se rompe por el lado más débil. Cuando se den cuenta de que el sistema se está descosiendo, van a subir de nuevo la edad de jubilación, recortar las pensiones de mayor cuantía o establecer una "tarifa plana" para pagarle a todo el mundo lo mismo. Cualquier cosa que se decida, la pagarán quienes durante toda su vida han estado trabajando pensando en que se estaba garantizando su vejez. Y volverán a cambiar las reglas al final del partido.

Nos están tomado el pelo a todos. Vamos a ser unos pobres viejos pobres.