"No sé de qué te quejas Benito, al menos tienes un teatro que lleva tu nombre; creo que todavía no asumes que no te dieron el Premio Nobel por rojo", picaba el bueno de Viera y Clavijo. "Mira, por qué te crees que me fui de Las Palmas y dije que no iba a volver más; déjate de tonterías, que nadie en nuestra tierra ha luchado para que el sistema educativo involucre el amor por las letras y desde la EGB conozcan nuestro legado en los colegios. Pero si ahora están pensando en instruir a los niños en videojuegos, coño", respondía Galdós irónico y conciliador. "¿Van a esperar algo del Parlamento de Canarias, ilusos?", intervino León y Castillo con su sutil vena diplomática: "Mira, visto el nivel que tenemos, fue una pena que Nelson cayera en Santa Cruz, y en lugar de chuletadas y fiestas para mayores con dinero público en barrios de poca monta, estaríamos esperando al té de las cinco en el Casino de Santa Cruz". Al fondo, Minik, soltó un chascarrillo que dejó en silencio al consejo de sabios: "Estás bueno tú para hablar, marquesito liberal, que metiste la pata hasta el fondo en Marruecos y vienes ahora a dártelas de patriota; no entiendo cómo Sagasta te pudo nombrar ministro". "Y luego el pirata soy yo; si llego a saber lo que algunos hacen con el dinero público, saqueo por completo La Laguna", lamentó Amaro Pargo. "Hasta aquí hemos llegado, es el momento de centrarnos y dejarnos de disputas personales que no nos llevan a ningún lado; yo, como extranjero, pero amante de esta bella tierra, me duele mirar al Valle de La Orotava, me duele ver el cemento que ha condicionado el desarrollo insostenible de esta bendita Isla, pero más me duele observar desde la distancia temporal, el futuro que les espera a los canarios si no cuidamos lo que tenemos. Granadilla, los vertidos en las playas, las nulas campañas de reciclaje?", aseveró Alexander von Humboldt. Hasta el mismísimo José de Anchieta, de la mano del Hermano Pedro, seguían sin entender cómo la tierra por la que pasaron hace varios siglos, y tanto hicieron por los menos favorecidos, mantiene en la actualidad una tasa de pobreza y exclusión social digna de los países subdesarrollados. "Sí, amigos, no vale solo con adoptar medidas para que la situación de pobreza sea revertida, sino también políticas sociales y una estrategia firme y general con el objetivo de erradicarla; la Virgen de Candelaria no lo soluciona todo". También hubo tiempo para hablar de cultura y sanidad, como en todos los debates de sobremesa después de una buena comida. "Por lo menos hemos avanzado algo, dado que tanto la Universidad de Las Palmas como La Laguna mejoraron desde el año 2010 su rendimiento general. Sin embargo, se encuentran a la cola de España si la comparamos con el resto de universidades; no son mis tiempos, pero necesitamos más implicación de las administraciones, más becas y no convertir el templo universitario en un agencia pura y exclusiva de colocación", sostuvo el ilustre químico realejero Antonio González. Todos esperaban a que César viniera, a que añadiera su sabia visión de la sociedad como artista. Sin embargo, permanecía en Lanzarote, en su refugio, con el único testimonio de una nota que leyó Pedro García Cabrera: "El mayor negocio de un país, de una comunidad, es su educación, y hoy no veo esa identidad en mi Archipiélago". Antes de que la histórica cafetería Columbus cerrara sus puertas en Puerto de la Cruz, José de Saramago hizo acto de presencia. Pidió un café con leche y reinterpretó ante todos el significado de su obra cumbre "Ensayo sobre la ceguera": "Colegas, el mismo egoísmo que marcan mis personajes en su lucha por la supervivencia es el espejo de una parte de la clase política actual; recuerden, creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven".

@luisfeblesc