Los datos arrojados por la Memoria de la Fiscalía del año 2017, por un lado, y el balance del informe del colectivo Harimaguada, por otro, dibujan un preocupante panorama sobre la situación en que se encuentran los menores canarios hoy en día. En el primer caso se advierte del crecimiento de los casos de acoso escolar y abusos sexuales dentro de este colectivo, mientras que en el segundo se constata un creciente y alarmante aumento de partos y abortos en este grupo de personas, debido, a su juicio, a la pérdida de concienciación sobre los riesgos que conllevan las relaciones sexuales y al retroceso sufrido en lo que a educación sexual se refiere. Ambos casos son lo suficientemente graves como para que pasen desapercibidos a los responsables públicos, en concreto los que se ocupan del área educativa. Pero no solo a ellos, también al conjunto de la sociedad canaria, que debe interesarse por los valores que se les están transmitiendo a los más jóvenes, pues es una labor que compete a todos. En este sentido, es muy importante el papel que juegan las redes sociales y el libre acceso a internet, que no encuentran la correspondiente contrapartida por parte de los padres y de la comunidad educativa. En muchas ocasiones, la única instrucción que en esta materia reciben los menores es a través de la pornografía de internet, sin ningún tipo de filtro y explicación. Hecho el diagnóstico, ahora toca adoptar medidas, sin demora, pues está en juego el futuro de Canarias.

El encuentro celebrado esta semana, para analizar la estrategia sobre la conectividad de las Islas, organizado por el Grupo de Comunicación EL DÍA, dejó claro, entre otras cuestiones, que Tenerife precisa, de forma urgente, obras como la ampliación de la terminal del aeropuerto del Sur, el puerto de Fonsalía y que, de una vez por todas, el Ministerio de Fomento firme el convenio de carreteras. El desarrollo de la Isla pasa por la puesta en marcha de estas infraestructuras, y no solo en cuanto a conectividad, pues influye en la cohesión social y la igualdad de oportunidades de los tinerfeños, en particular, y de todos los canarios, en general. El citado foro puso sobre la mesa las carencias que en esta materia existen hoy en día. Ahora toca ponerse a trabajar todos juntos, dejando a un lado otro tipo de intereses, para que las soluciones no se retrasen "sine die". La unidad de acción será vital a la hora de sortear los obstáculos que puedan surgir.

La Patrona de Canarias reside desde el viernes en Santa Cruz, tras dejar unos días su alojamiento habitual en la basílica de Candelaria. La Virgen ha querido trasladarse al área metropolitana de Tenerife con el fin de estar más cerca de sus hijos. Más allá del sentimiento religioso -el hecho de que la Madre de Dios tenga este detalle con los fieles de esta zona de la Isla-, es también un buen momento para la reflexión. En una sociedad en la que el ajetreo diario no permite pararse a pensar en las razones que mueven los quehaceres individuales, la presencia de la Morenita, dedicarle unos segundos para visitarla, puede servir para meditar sobre los planteamientos vitales.