Andan estos días algunos colectivos pidiendo que se aumenten las penas contra quienes cometen delitos contra la seguridad vial, sobre todo en caso de accidentes con homicidio cuando se da positivo en controles de alcohol o drogas. Ahora mismo se piden 4 años de cárcel y están solicitando un endurecimiento de las condenas.

Un asunto que se está debatiendo en el Congreso de Los Diputados. Llevamos años endureciendo las penas. Gastando dinero a raudales en campañas de educación vial de tráfico en medios de comunicación que nos asustan, pero que al final se quedan en eso, en un susto que se limita al impacto de un anuncio que nos horroriza en la tele. Las estadísticas son tristes y torrontudas. Los accidentes y fallecidos en tráfico no han descendido. Van a más.

Mientras no seamos capaces de comprender que endurecer las penas, en delitos de tráfico, no va a resucitar a nadie, vamos "aviados". Es difícil pensar en una solución. Probablemente habrá que insistir en la educación vial a los colegios. Trafico se ha convertido últimamente en una maquinaria de relojería suiza para recaudar a base de multas. Creo yo? menos multas y más pensar en soluciones directas y efectivas. Tienen contratados a expertos para ello ¿no? La carretera no entiende de multas, entiende del olor a accidente y a muerte.