Aunque ahora la moda impone dejarse llevar por la corriente populista de atacar a la banca, echándole la culpa de todos los males terrenales e incluso alguno hasta extraterrenales, obviando que mucha de la culpa de la crisis bancaria se debió, entre otros motivos, a la desastrosa dirección, gestión y control de algunos pequeños bancos y de la mayoría de las cajas de ahorros, en cuyo consejos de administración se encontraban representados tanto los partidos políticos de todo el arco parlamentario como los distintos sindicatos, y no tanto a la gestión de los grandes bancos, que no han tenido que ser rescatados ni ayudados con dinero público; ahora, en cambio, se les ataca con el argumento de que son ellos, "La Banca", los que tienen que pagar el impuesto hipotecario y no los solicitantes de la hipoteca; con la demagogia populista de ignorar que, de ser así, los demandantes de dicha carga impositiva serán, de una u otra forma, los que terminarán pagando dicho gravamen; cuando en realidad lo que tenían que hacer, si de verdad se preocupan tanto de las personas y de sus finanzas, sería, simplemente, quitar dicho impuesto y punto.
Pero mientras algunos se dedican a avivar el humo de la demagogia y el populismo, para ver si en este río revuelto alcanzan sus espurios objetivos, otros se dedican a trabajar seriamente y a pensar en el bienestar de las personas; en el cómo cederle protagonismo y en ayudar en lo posible a sus clientes en su relación personal o comercial con los bancos, a través de sus sucursales, facilitándoles los mecanismos, los medios y las herramientas necesarias para que estos puedan sentir una experiencia diferencial óptima.
No hay que olvidar que los bancos en general, y CaixaBank en particular, a través de su obra social, La Caixa, contribuyen a mejorar la sociedad en la que viven y trabajan; por ejemplo, a través de su acción social, proporcionando becas de estudios, y apoyando la investigación la cultura o la ciencia, entre otras muchas iniciativas; destacando sobre todo la especial atención que tienen para con los niños y los mayores. De hecho, en el ejercicio de 2017 contribuyeron con 510 millones de euros a impulsar 50.000 iniciativas que beneficiaron a millones de personas.
Pero en su apuesta bancaria por la innovación y en la aplicación de las nuevas tecnologías a los servicios financieros, CaixaBank se ha convertido en líder del mercado; de hecho, sus nuevas sucursales, denominadas "Store", han sido premiadas y reconocidas a nivel internacional. En Canarias ya han inaugurado nueve de ellas, repartidas entre Santa Cruz, La Laguna, Puerto de la Cruz, Los Cristianos, Arrecife o Vecindario. Las dos últimas se inauguraron, hará pocas fechas, en una de las zonas con más actividad económica de toda España, como es La Cuesta-Taco; que, junto con el polígono de Los Majuelos, reúnen en su zona de influencia más de 3.000 empresas dedicadas al comercio, la industria y los servicios.
A dichas aperturas acudieron no solo clientes, sino representantes de la administración, medios de comunicación, empresarios y público en general. En el "Store" de La Cuesta, su inauguración corrió a cargo de don Juan Ramón Fuertes, director territorial de CaixaBank, quien dirigiéndose a los presentes quiso señalar que "este nuevo concepto de oficina nos permitirá ser, en la ciudad de La Laguna, un punto de referencia para todos los ciudadanos y estar accesibles para todos nuestros clientes; tanto los de banca de particulares, como de empresas, banca premier o banca privada. El cliente se encontrará con un nuevo modelo de relación que está basada en la innovación, la transparencia y la cercanía gracias a una atención personal". Por su parte, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Laguna Pérez-Godiño agradeció a CaixaBank el hecho de que abriera dicha oficina precisamente en el centro mismo de La Cuesta; ya que esta zona necesita de oficinas bancarias cuyos horarios sean flexibles -de hecho abren desde por la mañana hasta por la tarde-, que potencien la atención personal y la gestión del autoservicio, así como el asesoramiento comercial y técnico, dado que más de un tercio de toda la actividad empresarial del municipio, un cuarto del comercio y casi un 80% de la industria, se concentran entre La Cuesta-Taco y Los Majuelos.
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