Ignoro el sistema que seguirán los colaboradores periodísticos. Debido a la periodicidad de mis artículos, cuando leo u oigo en los medios algo que me interesa me apresuro a tomar nota de ello con la intención de desarrollarlo en el futuro si la ocasión se presenta; aunque normalmente este hecho no se produce pues la nota de marras se pierde entre los mil papeles de mi escritorio.

Sin embargo, en esta ocasión no ha sido así. Merced a un comentario que hizo el escritor Arturo Pérez Reverte en la presentación de su última novela, "Sabotaje" -Picasso no pintó el Guernica por patriotismo sino por dinero-, recordé que hace algún tiempo leí un artículo de José Morente que me llamó mucho la atención por la teoría que apunta sobre el famoso cuadro. Me puse a buscar el artículo en cuestión y lo encontré.

Para saber por dónde van los tiros, Morente empieza diciendo que José María Ucelay, quien fuera director general de Bellas Artes del Gobierno vasco, reconocía la ambigüedad del Guernica en una entrevista concedida en 1979 al diario El País. Para confirmar su opinión Ucelay decía: "Fíjese bien, si yo le digo ahora mismo que ese cuadro se titula, por ejemplo, Sodoma y Gomorra y usted no supiera de que obra se trata, ¿verdad que no le resultaría incoherente?".

Y es que, en efecto, las calamidades de la guerra, cualquier guerra, no el bombardeo de Guernica por la aviación alemana, están perfectamente recogidas en el lienzo, por lo que hay quien dice que Picasso -que cobró 200.000 francos de la época-, no pensó en ningún momento en aquel hecho, sino en los horrores que las conflagraciones provocan. Fue después cuando el Gobierno republicano, aprovechando la Exposición Universal de París de 1937, le cambió el nombre por el de la villa vasca.

Pero lo que me sedujo del artículo en cuestión -recogida también por otros articulistas en Internet- es la interpretación que su autor hace del lienzo: refleja, simplemente, la muerte de su gran amigo el torero Ignacio Sánchez Mejías. Y puede que tenga razón, porque no existe un solo elemento en el lienzo que recuerde su título: ni aviones, ni bombas, ni árbol? Sin embargo, son evidentes los relacionados con las corridas de toros y la muerte de un torero; posiblemente, el mencionado.

Para Morente, el toro representa a Granadino, causante de la muerte del torero. La bombilla, la escasa luz de la enfermería, que pretende paliar otra que una mano aporta. La mujer con el niño en brazos es la mujer del torero con su hijo, el también torero Joselito. La otra mujer que figura en el lienzo es "La Argentinita", la amante de José Ignacio. El caballo, no relincha debido a las supuestas bombas: es el del picador, que se desboca. El personaje tendido en el suelo es el torero, herido de muerte, que es observado a su vez desde el burladero por espectadores?

Estas consideraciones de Morente pueden ser o no compartidas, pero lo que sí parecen absurdas son las interpretaciones de algunos pesos pesados del cubismo, al decir que el quinqué representa la necesidad de información, la bombilla la Sociedad de Naciones, el toro al fascismo, etc. Hay, además, un hecho importante: que se sepa, en ningún momento Picasso reconoció que su obra representaba lo que el Gobierno republicano pretendía. Según parece, al morir su amigo hizo unos bocetos con la idea de pintar un cuadro que lo recordara, y al encargarle un cuadro que simbolizara los horrores de la guerra los utilizó. Quizá fue honesto consigo mismo.