Hoy voy a referirme a una buena persona, ya fallecida, pero que es conveniente recordar para que sirva de ejemplo. Era culto y de amplia y gran formación en distintos y variados campos. Su impresionante currículo nos muestra que fue un poeta de gran sensibilidad, y fue también un amante del buen vino de la Isla, donde colaboró de manera importante en su conocimiento. El personaje es Juan Marrero González, que el próximo 28 de febrero cumpliría 92 años. Nació en el barrio de la Montañeta, en Los Realejos, y murió en el Hospital Universitario de Canarias con 75 años.

Era Licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad de La Laguna (ULL), donde obtuvo una calificación de Premio Extraordinario. Por el Instituto Francés del Petróleo obtuvo el título de Ingeniero Químico. Fue director técnico de Cepsa, en su refinaría de Tenerife. La entrega fue de tal forma que en su jubilación se le concedió la Medalla de Oro de la Empresa. Fue también director y coordinador de cursos intensivos del Departamento de Química Técnica de la ULL.

En relación con su gran afición y dedicación al vino de Tenerife, fue cofundador de la Cofradía del Vino de Tenerife, que lo nombró cofrade de número, en Icod de los Vinos en 1998. Así mismo, fue Premio San Andrés de la Casa del Vino de El Sauzal en 1999 y Hombre de Honor de la Vid de la Cofradía Sant Emilion de Burdeos (Francia) en el 2000, siendo miembro del Comité de Degustación y del Consejo Controlador de la Denominación de Origen de Tenerife.

Fue un gran aficionado a la escritura, colaborador del periódico EL DÍA con innumerables artículos publicados, logrando el Premio Leoncio Rodríguez al mejor artículo de 1993. Colaboró también con otras muchas publicaciones.

Aparte de su formación técnica y sus aficiones (escritura, el vino?), fue un gran y prolífico poeta, interviniendo en innumerables eventos literarios en diferentes pueblos de Tenerife. Miembro de la Asociación de Poetas Canarios Universo y de la Tertulia Artística Chimisay del Norte de Tenerife, que le rindió un homenaje póstumo, nombrándolo Socio de Honor en el Castillo de San Felipe del Puerto de la Cruz. Fueron innumerables los premios y distinciones obtenidas por su labor poética, más de una veintena entre 1990 y 2001. Destacaré, porque no tengo espacio para todos, el Primer Premio de las Fiestas de Mayo de Santa Cruz de Tenerife en 1993. Primer Premio de Poemas a los Corazones de Tejina los años 1994, 1995 y 1996. Premio al mejor conjunto de coplas y al mejor romance en el conjunto de coplas de Guanapay, en Teguise (Lanzarote). Obtuvo una Mención Honorífica en el Premio de Poesía Reina Amalia de Palma de Mallorca en 1996. Se le concedió un accésit especial al Premio de Poesía convocado por el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias en Almeyda en 1999. Primer Premio de Poesía en el Primer Certamen Letras Líricas de Santiago del Teide en el 2001, un año antes de morir.

En cuanto a poemarios publicados citaremos: "Huerto Lírico Canario", publicado en 1995; "Canción del Agua", publicado en 1996; "Poemas de amor y cantos de victoria", publicado en 1997 y "Hojas de otoño y de viento", publicado en 1999. Para terminar, fue también Premio Piedra de Molino 2000 del Consejo Regulador del Gofio Canario y de la Asociación de Productores de Gofio de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria en el año 2000. Era socio colaborador de la Asociación de Papas Antiguas de Canarias, en Tacoronte, y socio de numero de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, demostrando su interés por los temas culturales de todo tipo relacionados con Tenerife, isla donde nació y murió. El pueblo de Los Realejos homenajeó a su insigne vecino con la colocación de un busto en el parque que lleva su nombre, en el barrio realejero de La Montaña. En su inauguración además del presidente del Cabildo y el alcalde, estuvieron presentes el escultor Díaz Peña y la viuda de Juan Marrero, doña Candelaria Rodríguez Pérez, gran defensora de su memoria. Esperamos del señor Domínguez, alcalde de Los Realejos, que se preocupe del buen estado del entorno y la escultura por bien de Los Realejos, y un mérito más para llegar a la Presidencia del Cabildo. Mis mejores recuerdos y que tenga un buen año 2019 a doña Candelaria Rodríguez, cordialmente.