Se acerca el 8 de Marzo y me gustaría hablar de perspectiva de género en el ámbito urbanístico, porque es posible trabajar para transformar al mismo tiempo los espacios y las relaciones sociales. Cambiando las estructuras de los municipios incidimos en el cambio de las relaciones que en ellos se dan para construir pueblos menos sexistas, más saludables, amables y vivibles.

En octubre del 2018 se aprobó inicialmente el Plan General de Ordenación Supletorio (PGOS) de La Orotava. Tras examinar en profundidad el documento, me hice una serie de preguntas que elevé al pleno municipal:

¿Sabe el señor alcalde o alguien de su grupo de gobierno, alguna persona del equipo redactor o alguien del equipo técnico de la Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias que haya participado en este nuevo plan que en el urbanismo ya se tiene en cuenta que el uso de la ciudad que hacen hombres y mujeres es distinto?

¿Sabe el equipo redactor que la obligación que tiene de atender al principio de igualdad entre hombres y mujeres, así como de integrar la perspectiva de género, se recoge en una amplia relación de normas, entre las que se encuentran la Constitución Española, el Estatuto de Autonomía de Canarias, la Ley estatal para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, la Ley Canaria de Igualdad entre Mujeres y Hombres, la Ley estatal del Suelo y Rehabilitación Urbana, y la Ley del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias -a la que fue adaptado el PGOS en otros aspectos, pero, sorprendentemente, no en este-?

¿Saben que la jurisprudencia está siendo muy clara al respecto, con sentencias de tribunales superiores de justicia que declaran la nulidad de planes de ordenación por carecer de informe de impacto de género, aunque la norma concreta de redacción no establezca específicamente su obligación? ¿Saben que la ciencia urbanística se está encargando de poner estos informes en valor de modo activo y práctico, y que su realización constituye obligación máxima para el planificador, con base en los oportunos estudios demográficos?

Parece que no, porque el PGOS de La Orotava carece de informe de impacto de género, que es una evaluación de la medida y el modo en que el diseño urbanístico afectará de forma diferenciada a mujeres y a hombres. No se realizó ningún estudio para obtener todos los datos desagregados por género y así llevar a cabo un planeamiento que elimine desigualdades, ni se han atendido las mínimas claves para que el espacio actúe a favor de ello.

No se ha asegurado la presencia de mujeres en el diseño del plan, ni se ha realizado un verdadero proceso participativo que favorezca que nuestra voz sea escuchada y tenida en cuenta. Tampoco se han puesto en valor las actividades vinculadas con el mantenimiento del hogar y el cuidado de personas dependientes que realizamos muchas mujeres, con el fin de que el diseño urbanístico facilite que se compartan. Ni se ha tenido en cuenta que la conciliación ha dejado de ser algo privado de cada familia o mujer para convertirse en un asunto público, dado que la mayoría de las mujeres que tenemos trabajos remunerados los realizamos fuera del hogar, y que, por tanto, resolver en común lo que antes hacía el ama de casa afecta al diseño de la ciudad.

Ni siquiera se reconoce adecuadamente la realidad territorial de La Orotava. Los trazados de las nuevas carreteras y calles son arbitrarios y no responden al objetivo de coser la actual rotura del espacio, reflejada en vías y terrenos semiabandonados entre núcleos de población dispersa, consecuencia del modelo territorial y económico caduco que ha imperado en nuestro municipio, que ha dejado espacios intransitables, urbanizaciones fantasmas y solares vacíos que generan percepción de inseguridad y de riesgo de agresión sexual en mujeres solas.

Sorprendida, me dirigí a la Concejalía de Políticas de Igualdad suponiendo que se habrían dado cuenta de esta anomalía, pero, lejos de ello, su titular me informó de que no había presentado alegación alguna al respecto, mostrando tanto desconocimiento de la legalidad como indolencia ante el principio de transversalidad que su área debe impulsar.

Como concejala, he tenido que presentar alegaciones al PGOS ante la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, solicitando que se retrotraiga el documento al trámite de exposición pública por conculcar la legislación vigente y la jurisprudencia de nuestros tribunales, lesionar gravemente el interés público e ignorar las necesidades en materia de igualdad, y, que se realice una verdadera evaluación de impacto de género, tal como exige la normativa.

Parece ser que son las primeras alegaciones en este sentido a un plan general de ordenación en Canarias. Era necesario hacerlas porque, sin nosotras, no hay buen plan.

*Concejala de USP-Asamblea por La Orotava