"Mi hijo de 17 años ha recibido propaganda directa de un partido político por WhatsApp y sin tener su contacto", denuncia a través de Twitter la abogada Susana González. En el tuit adjunta la foto del mensaje que recibió el menor el pasado domingo en el que el PP de Zaragoza lo invitaba a guardar su contacto para recibir "ocasionalmente avisos de interés". Este caso es sólo un ejemplo de la nueva tendencia electoral: difundir mensajes políticos por Whatsapp. La batalla electoral ha pasado de Facebook a WhatsApp. La mayor red social del mundo (con 2.271 millones de usuarios) ha perdido credibilidad a fuerza de noticias falsas y trapicheos con los datos de las personas, pero viene su hermano pequeño al rescate. WhatsApp, también propiedad de Mark Zuckerberg, es el nuevo escaparate político gracias a su masa de usuarios jóvenes. El servicio de mensajería es una de las vías más utilizada por los chavales de entre 18 y 24 años para informarse, según el informe Digital News Report 2018. En España, es la segunda plataforma más usada para consumir noticias: la usa el 36% de los ciudadanos. Y aunque la más utilizada para acceder a noticias sigue siendo Facebook (con un 45%) la tendencia está cambiando, dicen los expertos. Facebook y Twitter seguirán teniendo un papel importante en campaña electoral, "pero cada vez de forma más quirúrgica", pronostica David Varona, docente colaborador de la UOC y profesor de la Universidad Loyola Andalucía. Es decir, los partidos políticos utilizarán ambas plataformas para programar "campañas muy pensadas, muy bien segmentadas y dirigidas de forma muy precisa a perfiles muy concretos que, después, son los verdaderos difusores". Ahí es donde entra en juego WhatsApp como elemento difusor por varios motivos. En primer lugar, se consigue una viralidad más agresiva y directa. Por otro lado, al ser una red privada los movimientos quedan más difuminados; su persuasión en más sutil. Tampoco conviene perder de vista durante estas elecciones a Instagram, la tercera pata empresarial de Mark Zuckerberg. Según los expertos, esta red social podría ser la red donde los estrategas políticos pongan todo su ingenio y será una de las plataformas más novedosas en campaña electoral. Mientras España se prepara para la ofensiva electoral en las redes sociales, en India tratan de contener los bulos que circulan por WhatsApp en vísperas de las elecciones de esta primavera. No quieren que les ocurra lo mismo que en Brasil, donde la difusión de noticias falsas jugó un papel importante en la victoria del político derechista Jair Bolsonaro. Pero India lo tiene difícil porque es el país del mundo con mayor número de usuarios en WhatsApp y cuenta con un amplio historial de fake news. Hace unas semanas se propagó información engañosa sobre el ataque a un convoy en Cachemira y el verano pasado el bulo sobre el rapto de niños desató una oleada de violencia que terminó con la vida de varias personas. Con este panorama, India se plantea controlar el uso de internet al estilo de China, donde vigilan y rastrean las publicaciones de todos los ciudadanos en las redes sociales.