Europa, España, y Canarias en particular, están sometidas de un tiempo a esta parte a un galimatías no reglado y disparatado que es el alquiler vacacional. Me refiero a tener una segunda vivienda y alquilarla a los guiris por la tercera parte de un hotel. Esto ha supuesto que Santa Cruz de Tenerife se encuentre en el ranking de España como la ciudad donde más rápidamente desaparecen las casas de alquiler online. Los arrendatarios están echando de sus pisos a familias enteras para ganar el triple a través de las plataformas que anuncian las viviendas disponibles. Y repito tres porque es el número por el que se multiplica el precio. Nuestro entorno es magnífico para que los habitantes de los gélidos países europeos vengan a pasar una temporada, de tal modo que las viviendas están, prácticamente todo año, con visitantes.

Y para los dueños del inmueble esto se ha convertido en un chollo, pero para las familias que quieren encontrar un hogar a un precio razonable, es imposible. Urge poner normas a este tipo de alquiler que, en ocasiones, genera cantidades de dinero negro brutales. De seguir así, serán las administraciones públicas, que hoy no ponen coto, las que tengan que resolver el tinglado. Y no se me ocurre otra manera de arreglar la cosa que construyendo VPO. Casas que sufragarán los ayuntamientos. ¿Con dinero de quién? Pues nuestro. Nos subirán los impuestos y nos empujarán a la periferia, sin solución de otra opción. Y todo esto ocurrirá si los políticos deciden darle el poder a los dueños de las viviendas, para que sigan expulsando a nuestros vecinos de siempre a saber dónde. Y es que por mucho que la vivienda sea de uno, tiene normas que cumplir, lejos de convertirla en una jungla. Digo yo.

@JC_Alberto