Hay cosas que son como el gato de Alicia, una sonrisa sardónica flotando en el aire, de la que tú te tienes que imaginar todo lo demás. Es como el ya famoso informe de la Fiscalía que exculpa a Fernando Clavijo -que sus abogados están pidiendo ahora desesperadamente- y del que Vicente Garrido, el ya ex fiscal jefe de Canarias, dice que es un borrador inexistente. Lo cual que es pura metafísica jurídica. Porque aunque algo sea real y tangible, escrito en papel y firmado por un jurista, como el informe de marras, no adquiere la cualidad del ser hasta que alguien de muy arriba se la conceda. El ser no depende de la razón, sino que deviene de la cadena de mando.

El secretario general del PSOE en Canarias, Ángel Víctor Torres, respira también ese espíritu que transita por las densas estancias de la escolástica. Ha dicho que Juan Fernando López Aguilar es el mejor activo que tiene Canarias en Bruselas. Pero al decirlo ¡plop! su cuerpo se ha vuelto evanescente y lo que ha quedado es sólo una flotante sonrisa. Acaso porque al activo más importante de Canarias en el Parlamento Europeo le han dado, en su partido, una patada descendente hacia el extrarradio de los puestos de salida. Ser el mejor activo de Canarias y pasar del puesto cuatro al quince es como ir del activo al pasivo, camino de ser un borrador borrado.

El pedrosanchismo ha pasado a cuchillo a los que no profesan devoción por el líder carismático. Es lo que hay. Y el descenso a las profundidades del talentoso JFLA es sólo una consecuencia de esa purga ideológica. Igual lo que no está del todo bien es, hecha la herida, hurgar en ella. Mejor dejarlo estar por no insultar la inteligencia de la gente y, sobre todo, por el respeto que se merece lo elegante y disciplinadamente que ha gestionado el mismo borrador -o sea, la víctima- el desagradable asunto.

Pero en el País de las Maravillas hay más borradores flotantes. El Gobierno canario ha sacado de procesión un informe del BBVA que arroja perfumados pétalos de flores sobre el crecimiento previsible de estas islas y que más que sonrisa de gato parece una carcajada. No sé la suerte que habrá corrido Miki, ese pobre conejo adoptado primero y abandonado después en una calle en Los Realejos, desaparecido en manos anónimas. Con el informe Arope en las manos no doy un duro por sus orejas. Pero el sonriente borrador del futuro no ve a Italia y Alemania al borde de la recesión; el pufo de la deuda pública al que vamos de cabeza; el enfriamiento económico y la guerra comercial; la cuchilla del brexit colgando de un hilo sobre nuestro turismo... No sé si los del banco han hecho el informe consultando las vísceras de algún pobre animal sacrificado. Pero se han equivocado con el futuro. No es de color de rosa. Es sangre.