Sobran las razones para celebrar el Día Mundial de la Salud, una fecha en la que hoy domingo, 7 de abril, se quiere recordar un doble e importante objetivo: todo el mundo tiene un papel que desempeñar para garantizar la salud para todos.

No cabe ninguna duda de que contar con un sistema de salud público, universal, comprometido y con vocación de servicio (como la de los profesionales que lo vertebran), es clave para marcar la diferencia en términos de salud.

Desde el PSOE estamos convencidos de que hemos priorizado, siempre desde donde hemos gobernado, la apuesta por la sanidad pública. Invertir y trabajar en ella, para ella, ha sido invertir en futuro. No solo para prolongar nuestra esperanza de vida, sino para aspirar a una vida de calidad.

Este año, la OMS ha querido recordar este día bajo el lema Salud para todas las personas, en un momento en el que la mitad de la población mundial no puede acceder a los servicios sanitarios que requiere.

El acceso universal a la sanidad es una cuestión inherente a los derechos humanos y desde el Gobierno de Pedro Sánchez la hemos recuperado, por razones de ética pública y también de dignidad humana, después de que el PP la hubiese liquidado. Estamos hablando de un derecho de ciudadanía protegido por nuestra Constitución, que ahora cumple 40 años.

Con el PP se negó que la sanidad fuera un derecho, se mutilaba el sistema del bienestar español y se creaba un riesgo sanitario al dejar a miles de personas fuera del sistema. Junto con el copago, hacía pagar a los más débiles parte de la factura de la crisis. El PSOE ha devuelto a la sanidad española al lugar en el que nunca debería haber dejado de estar, y lo seguiremos haciendo.

Dentro de nuestras 110 medidas, vamos a poner en marcha una comprometida Estrategia de Renovación del Sistema Nacional de Salud, con una progresiva incorporación de la atención a la salud bucodental, y prestar especial atención a la medicina de precisión, las enfermedades raras y las grandes discapacidades.

También vamos a impulsar una ley marco estatal que clarifique las competencias y coordinación con las diferentes administraciones, como vía para consolidar ese sistema universal y gratuito que garantice el acceso a los servicios sociales en todo el territorio español, junto la eliminación del copago, comenzando por pensionistas y personas de menores ingresos.

En Canarias, y gracias a una iniciativa de los socialistas, el Parlamento aprobó recientemente por unanimidad un plan de choque para acabar no sólo con el colapso en las Urgencias de los hospitales canarios, sino para mejorar el atasco que sufre la sanidad canaria ante la nefasta gestión de CC, y que ha provocado que Canarias se encuentre a la cola del Estado, con nada menos que 450 millones dedicados a la sanidad concertada.

Que todos tengamos acceso a una sanidad pública de calidad y accesible es, precisamente, cosa de todos.

Por eso, quiero subrayar la responsabilidad colectiva que todos tenemos con la salud: las administraciones públicas, legislando para proteger el derecho a la salud de los ciudadanos, impulsando y apostando por una sanidad para todos, accesible y empática; y la sociedad, eligiendo hábitos de vida saludables y valorando la sanidad pública y a los profesionales que les prestan servicio, como sé que lo hacen.

*Candidato del PSOE por la provincia de Santa Cruz de Tenerife al Congreso de los Diputados