Conservadora jefe del departamento de Fotografía del Museo Reina Sofía desde 1995, Catherine Coleman (Nueva Yersey, 1947) asegura que España cuenta con "buen nivel" artístico en lo que a profesionales de la fotografía se refiere, al tiempo que alaba la iniciativa del Centro de Fotografía Isla de Tenerife de organizar la Bienal Internacional Fotonoviembre. Además, Coleman es la comisaria de la exposición de instantáneas que el fotógrafo grancanario Ángel Luis Aldai exhibe hasta el 30 de septiembre en la sala de arte de La Recova de Santa Cruz.

¿Cuál es su labor en el departamento que dirige?

Llevo en el Reina Sofía desde 1988, aunque comencé en el departamento de Grabado, Dibujo y Fotografía en 1991. Cuatro años más tarde se dividieron los departamentos, momento en que me nombraron conservadora jefe de Fotografía. Mi trabajo desde entonces consiste en catalogar la obra, exponerla, estudiarla, además de mantener contactos con fotógrafos y visitar continuamente galerías y estudios. Es importante también mantener actualizados los fondos, aunque la colección permanente cuenta con fondos históricos, especialmente de los años treinta en adelante.

¿Cuáles son los fondos fotográficos de los que dispone el centro de arte moderno de referencia en España?

El setenta por ciento del fondo es de autores españoles, aunque hay que decir que existen lagunas temporales en la colección. Por ejemplo, somos débiles en la tenencia de fotografías anteriores a 1940; aunque estamos adquiriendo fotografías surrealistas para complementar la obra de Miró y Dalí. Cabe destacar la colección de instantáneas de la época de la Guerra Civil española, aunque hay vacíos en los años 40, 50 y 70, así como en arte conceptual. Tenemos también una importante colección de la Escuela de Fotografía de Madrid. En total, poseemos unas 3.000 obras pertenecientes a la colección permanente.

¿Qué diferencia existe entre exponer pintura y fotografía?

Lo más importante es tener en cuenta que las fotografías necesitan rotación, porque éstas aparecen y desaparecen con la luz. Es necesario ir cambiando la exposición fotográfica, en parte también por la integridad de la obra misma. Una instantánea no puede estar expuesta diez años, como ocurre en el caso de la pintura.

¿Cómo influyó la llegada de la fotografía digital?

Fue un cambio total y, ahora, las cámaras analógicas están desapareciendo; cada vez es más difícil encontrar un laboratorio de revelado.

¿El Museo Reina Sofía ha reforzado su apuesta por la fotografía?

Desde mayo de este año, el nuevo equipo directivo ha reordenado todos los fondos del museo y ha reservado un lugar muy importante para la fotografía, al lado de la escultura y la pintura, aunque no hay un lugar reservado exclusivamente para las instantáneas, sino que coexisten en sintonía con otras piezas de su misma etapa. Por ejemplo, las fotos de la Guerra Civil complementan el "Guernica" y las fotos de los años 50 y 60 complementan a otras obras que reflejan la época gris de la posguerra. Ahora, por ejemplo, hay 220 obras expuestas de la colección permanente.

¿Cada vez se le da mayor importancia a esta expresión artística?

Ese es un tema caduco. A día de hoy ya no debe discutirse que la fotografía es parte del arte moderno. Hace unos quince años aún existía una pugna por igualar la fotografía con la pintura, pero esa batalla ya se ganó. La fotografía es aceptada de forma natural como otro medio de expresión artística.

¿Cree que España necesita centros específicos en los que las instantáneas sean las protagonistas?

No creo que haga falta un centro concreto de fotografía; sin embargo, uno de los problemas de este medio artístico son las dificultades que encuentran los autores para conservar en buenas condiciones los negativos, pues hay muy pocos lugares que reúnan los requisitos necesarios.

¿Qué obras destacaría de la colección que posee el Reina Sofía?

Me gusta mucho la colección de fotocromos que datan de 1880, así como las fotografías de paisajes, aunque prefiero no nombrar a ningún fotógrafo actual para no hacer discriminaciones. No obstante, seguiremos adquiriendo material, porque es una tarea que debe ser periódica.

Evalúe el momento artístico actual por el que atraviesa la fotografía en España.

Éste es un momento propicio para la fotografía por las facilidades que brinda la técnica digital. Además, en otro sentido, cabe destacar que hay muchas fundaciones de empresas privadas que se dedican en exclusiva a apoyar proyectos fotográficos.

¿Conoce el Centro de Fotografía Isla de Tenerife, actualmente adscrito al TEA?

He estado en dos ocasiones, hace unos años, en Fotonoviembre con Antonio Vela. Este tipo de eventos hacen mucha falta porque suponen un importante punto de encuentro entre los profesionales del sector, pues se reúnen fotógrafos de muchos países.

¿Existen pocas ocasiones para que se organicen este tipo de reuniones?

Las bienales van cambiando y muchos eventos van desapareciendo. Los encuentros dependen también del apoyo político y económico, que, en España, depende de cada Comunidad Autónoma.

¿El Reina Sofía se plantea una futura colaboración con el Centro de Fotografía tinerfeño?

De momento no, pero no se puede descartar esta posibilidad.

¿Cuáles fueron los primeros museos que apostaron por la fotografía como un departamento independiente?

El primer museo que fundó un departamento de fotografía fue el de Munich en el año 1938, seguido en 1939 por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Moma. En España, el pionero fue el IVAM de Valencia, que creó en 1988 su propio departamento fotográfico; en 1995 le tocó al Reina Sofía y, al año siguiente, al Nacional de Cataluña.