Misterio, intriga y suspense son algunos de los ingredientes que aderezan la novela de ficción "Ira Dei. La ira de Dios", primera parte de un trilogía ambientada en La Laguna que escribirá el historiador, abogado y escritor tinerfeño Mariano Gambín, cuyo primer volumen se presentará mañana, miércoles, a las 20:30 horas, en el Casino de Tenerife en Santa Cruz, con la participación del vicepresidente del Cabildo de Tenerife, José Manuel Bermúdez, y del periodista José Carlos Marrero. Tres días después se hará lo mismo en el Museo de Historia de La Laguna (Casa de Lercaro), una presentación-coloquio en la que intervendrán el arqueólogo Antonio Tejera Gaspar y el escritor y poeta Carlos Pinto Grote.

"Es una historia que transcurre en la actualidad, pero una de las pistas que sigue uno de los personajes se basa en documentos del siglo XVIII referidos a un asesino en serie que hubo, supuestamente todo es ficción, en La Laguna hace doscientos cincuenta años, en 1751. Esa pista es la base para encontrar al asesino actual".

Él aseguró que esta obra, publicada por la editorial tinerfeña Oristán y Gociano, lo que pretende fundamentalmente es "entretener y divertir al lector, y si además lo hacemos en una localización, en un escenario tan fantástico como es La Laguna, que está muy desaprovechada desde el punto de vista literario, mejor. Prácticamente no hay novelas que se desarrollen en La Laguna, y menos en este tipo de ficción, de suspense, intriga y misterio. Somos pioneros en ese sentido. Creemos que es un buen escenario y el lector tinerfeño, o canario en general, se siente a gusto en sitios que conoce".

Túneles misteriosos

La elección de Aguere como escenario de sus relatos, género en el que se acaba de estrenar, se debe, en parte, a los conocimientos que ha acumulado durante sus investigaciones como historiador.

"Considero que en La Laguna hay muchos rincones donde puedes sacar jugo, desde el punto de vista literario, en novelas de misterio. Tiene muchos edificios y casas antiguas, y existe también un pequeño misterio que puede ser el tema de los túneles que hay debajo. Se han descubierto un par de tramos".

Él acepta que la noticia de los recientes descubrimientos de varios trechos de túneles en La Laguna reforzó parte del argumento que justifica las casi cuatrocientas páginas que integran el libro. "Ya conocía la existencia de los túneles, porque por mis investigaciones sabía que debajo de algunas casas se había encontrado algún tipo de pasadizos, pero se cortaban continuamente. Esa fue la base, pero mientras estaba escribiéndola, prácticamente acabándola, apareció la noticia de que se había descubierto un tramo. Esto reforzó un poco más la ficción, pero ha sido una casualidad. Una cosa no lleva a la otra, el que la lea y vea las descripciones y compare con lo que se ha encontrado se dará cuenta de que es muy distinta".

Mariano Gambín, cuya obra será distribuida en Canarias y la Península, ya tiene en mente el esquema de cómo serán los otros dos títulos que completarán la trilogía en la que la Ciudad de los Adelantados ambientará la trama de la historia.

"El cordón umbilical de la trilogía es La Laguna y algunos personajes que se repetirán. La segunda parte ya la tengo en mente para escribirla y se titulará El círculo platónico. Digamos que va a tener una trama criminal que se va a basar en el logo del escudo de la concesión del título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Es un círculo con una serie de radios, cada uno de cuyos extremos es una localización religiosa. Esa es la pista para encontrarlo. La tercera será La casa de Lercaro".

Los cuarenta primeros lectores que ya han leído "Ira Dei. La ira de Dios" han constatado al autor que sus principales ingredientes son, entre otros, que "empieza con misterio, luego tiene una vertiente policiaca, de intriga y suspense que está presente continuamente, y con alguna pincelada de humor. Es lo que atrae mucho al lector", matizó.

La documentación que este escritor-investigador ha reunido en sus estudios le ha servido para saber recrear con acierto una determinada época. "Algunos compañeros especialistas en la historia del siglo XVIII me han dicho que las descripciones que se hacen de ese siglo, de lo que era la sociedad, las casas, aunque los personajes son ficticios, están muy bien".

A pesar de que la obra se mueve en su inicio en el terreno de la historia, su autor confirmó que no es novela histórica, "porque transcurre en la actualidad"; aunque el boom de este género literario le parece bueno "porque hay mucha gente que se acerca a la historia a través de este tipo de novelas. Yo mismo, cuando era joven, me aproximé a la historia a través de este tipo de lecturas, aunque los hechos que se dan a conocer en algunas de ellas no tienen nada que ver con la realidad. Son muchas las licencias que se han tomado algunos autores".

Con respecto a los cuatro personajes que pueblan de vida su libro, es consciente de que encierran algunos retazos autobiográficos, "aunque no son cien por cien, y si fueran serían una parte de mí idealizada. Hay dos chicas que no están basadas en nadie en concreto. Es el perfil de lo que considero puede ser una periodista y una arqueóloga, y luego un policía y el cuarto es un investigador, el detective, un personaje atractivo. Una persona que pertenece a una esfera social alta, que se interesa mucho por la cultura, pero que no le importa centrarse en el mundo de la vida cotidiana para desentrañar un misterioso crimen".

También reconoció que "hay determinadas descripciones de la vida cotidiana que pueden encerrar algún atisbo de crítica, como que hay muchos coches en La Laguna y unos mamotretos enormes en el casco histórico. No es que sea crítica, sino pinceladas de cosas que se podían haber evitado".

la clave

Con cierto aire norteamericano

Lincoln Child y Douglas Preston son algunos de los autores de referencia que han influido en la forma de narrar de Mariano Gambín en su faceta de escritor de ficción. Él se basa un poco en el estilo de estos escritores norteamericanos, en una serie de suspense centrada en un detective y sus investigaciones que leyó con mucho interés. "Digamos que era la línea inicial de la novela, pero luego derivó en otra cosa que no tiene nada que ver con la idea original porque tiene descripciones costumbristas de gente de La Laguna, de personajes. Digamos que lo que podía ser el hilo conductor de la historia se desenvolvió de otra forma totalmente distinta. No tiene nada que ver con la literatura narrativa española, es más bien un estilo norteamericano. Son capítulos muy cortos, de muy fácil lectura y digamos que hay cuatro o cinco acciones al mismo tiempo, que se desarrollan de forma paralela. Al final van convergiendo y termina la historia como una especie de apoteosis final".