Un grupo de investigadores ha descubierto manuscritos inéditos de Luis Diego Cuscoy, que fue el primer director del Museo Arqueológico de Tenerife, en los que se habla de varias cuevas con restos humanos aborígenes en el Barranco del Agua de Dios, informó ayer el Ayuntamiento de Tegueste.

Los textos han sido localizados en el fondo documental del Museo Arqueológico de Puerto de la Cruz con motivo de las labores del grupo de arqueólogos que lleva a cabo el proyecto de revalorización patrimonial del barranco de Tegueste. Los restos estarían tanto en el sector de Tegueste como de Tejina (La Laguna) del citado barranco.

Los manuscritos, hallados por los arqueólogos Javier Soler Segura, Francisco Pérez Caamaño y Tomás Rodríguez Rodríguez, corresponden a las memorias de excavación inéditas de varias cuevas sepulcrales, las cuales ofrecieron un número muy elevado de restos humanos que nunca llegaron a publicarse.

El descubrimiento es uno de los resultados de la primera fase del proyecto de revalorización patrimonial del barranco teguestero, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2006, y que tiene como objetivo conocer la relevancia científica del barranco del Agua de Dios para la población aborigen que ocupó esa parte de la isla de Tenerife, con el fin de aproximarse a una explicación histórica global de la comarca de Tegueste.

Además de las investigaciones realizadas en el Museo Arqueológico portuense, los miembros del proyecto han llevado a cabo varias acciones en los últimos ocho meses, como entrevistas a habitantes y personajes relevantes de Tegueste.

La segunda parte del proyecto tendrá como finalidad comprobar todos los datos recopilados, lo que hará necesario acometer una prospección arqueológica intensiva en el cauce, en sus márgenes, en los lomos circundantes del barranco, así como en zonas aledañas del barranco.

Para Soler, Caamaño y Rodríguez, la identificación y valorización de los yacimientos arqueológicos de Tegueste facilitará una respuesta más rápida y eficaz en la gestión de los bienes.

Se pretende contar con una aproximación exhaustiva de las evidencias arqueológicas del municipio, con el objetivo, entre otros, de generar una herramienta patrimonial que facilite al Ayuntamiento la toma de decisiones frente a las exigencias de las normativas urbanísticas y medioambientales.