"El humor absurdo y surrealista de Miguel Mihura está vigente y ahora nos hace más falta que nunca. No es fácil representar la historia de Maribel, pero nos parecía una función ideal para conmemorar el Día Mundial del Teatro y, sobre todo, mantener el concepto de amateurismo que siempre nos ha caracterizado como colectivo". Lo asegura Juanjo Parrilla, director de la compañía Círculo Teatral - "aunque a mí lo que me gusta es ser actor" apunta-, que durante tres días, desde mañana al sábado, ofrecerá otras tantas funciones, con entrada libre y a partir de las 20:30 horas, de "Maribel y la extraña familia", una comedia coral del gran autor madrileño. "Con el tiempo, Mihura será un clásico como hoy es Valle-Inclán", apunta Parrilla.

Esta puesta en escena se une a la larga lista de textos teatrales, más de treinta, representados por la compañía. Al respecto, Parrilla asegura: "Mantenemos la base del grupo con el que comenzamos en los años noventa del siglo pasado. Seguimos con el concepto más puro del teatro, absolutamente aficionado y altruista, como forma de comunicación con los demás". Parrilla recuerda con cariño a sus maestros en el mundo de las tablas al que llegó tras estudiar Psicología, como el fallecido Ángel Cánovas o Fernando H. Guzmán: "Me enseñaron mucho".

"La crisis nos afecta menos porque el Círculo de Amistad nos cede el espacio y subvenciona el montaje", indica Parrilla, para añadir: "Es un momento muy complicado para el teatro por el recorte en las subvenciones públicas. Sin embargo, en crisis es cuando la gente más necesita del espectáculo para evadirse y ahí están como ejemplo los numerosos montajes que se presentan estos días en el Guimerá o en el Leal".

Para Miguel Mihura (Madrid 1905-1977), señala Parrilla, "el humor es una posición ante la vida, y con su uso pretende mostrar la falsedad y la hipocresía de algunas normas sociales". En "Maribel y la extraña familia", estrenada en 1959, el autor de "Tres sombreros de copa" o "El caso de la mujer asesinadita" indaga en el conflicto de la pareja. "El enredo, la intriga y las falsas apariencias son la base de todo", explica Parrilla.

El director recalca las dificultades para montar una función que la compañía autoproduce por completo: "Hay tres cambios de escenografía. La del primer al segundo acto coincide con el descanso, pero antes del tercero debemos dejar la sala en una oscuridad absoluta y ser muy rápidos".

"Tenemos una clientela fiel en los socios del Círculo -añade Parrilla- y el boca a oreja que siempre nos ha funcionado. La sociedad se porta muy bien con nosotros, como demuestra que a Marisa (Lusson) y a mí nos nombraran hace un año socios de honor cuando solo ha habido cinco en toda la historia de la entidad".

El estreno de mañana coincide con la fecha de la huelga general. Parrilla aclara: "La obra estaba programada para noviembre del año pasado, pero no pudo hacerse por problemas de salud del protagonista, Juan Reyes. La reprogramamos antes del anuncio de la huelga y, además, no somos trabajadores, sino partícipes de un proyecto cultural".

Elsa Cañete encarna a Maribel, una prostituta que conoce a Marcelino (Antonio Conejo), joven ingenuo y apocado que vive con su tía Paula (Teresa Alfonso), y su madre Matilde (Ana Mancebo). Completan el reparto Miguel Ángel Estévez (Don Fernando), Ana Castro (Doña Vicenta), José Jesús Pérez (Don Luis y Don José), Belén Badenas (Pili), Mar Marrero (Rufi) y Begoña Marrero (Niní) .

Forman el equipo técnico y artístico junto a Parrilla la regidora y ayudante de dirección Marisa Lusson, Nena Simancas, María Sánchez, José Jesús Pérez, Diego Blanch y Elena Ramos, la única profesional, responsable de la iluminación y el sonido.

Parrilla anima a los tinerfeños a acudir al teatro del Círculo, en la calle Ruiz de Padrón, donde desde mañana y durante tres días se mudan Maribel y "su extraña familia": "Lo van a pasar muy bien porque la función es una sucesión constante de chistes y bromas".