No duda en tirar de una reflexión borgiana para explicar las sensaciones que experimentó en cuanto se hizo realidad su primera aventura novelística. "Al final me he resignado a ella", puntualiza el realejero Juan Jesús Pérez en relación a la publicación de "Sándalo y rapsodia" (Neys Books). Los cimientos de esta trama de amor a tres bandas estaban definidos desde hace más de cuatro años. "El libro lo tenía listo en 2009, pero fue en el verano de 2012 cuando lo releí con la idea de reafirmarme en lo que había escrito. No me gustó. Sin abandonar el tema principal reescribí la novela hasta que tuve claro que esta era la historia que yo quería contar", confiesa el profesor de Lengua Castellana y Literatura.

Pérez García afirma que no quiere pecar de vanidoso por contar que ha tratado de dotar de unas claves poéticas a "Sándalo y rapsodia". "Me he tomado la licencia de incluir unos poemas y es verdad que en la narrativa hay un aliento poético para construir una estética especial, pero el esquema de trabajo que seguí se corresponde con el de una novela", aclara sobre un triángulo sentimental en el que aparece Ángel, un adolescente de 14 años que es atropellado de gravedad cuando caminaba a la casa de la chica de la que se ha enamorado (Carla). Santiago, el causante del accidente, se apodera de un libro que llevaba el herido en el momento en el que se produce el percance y, sin proponérselo, comienza a tener una atracción por Carlas mientras Ángel se debate entre la vida y la muerte. "Sándalo y rapsodia" es un relato de emociones encontradas. Unas maduran de forma misteriosa cuando Ángel está en coma. Otras, las de Carla, desaparecen frente a la gravedad de un suceso del que Santiago saldrá fortalecido.

"Un escritor debe sufrir y sentir la historia, sin eso está perdido", declara un creador que publicó sus primeros relatos en la revista La Gaceta de Arte y Literatura de la mano de Juan José Delgado. Juan Jesús Pérez recurrió a un narrador en tercera persona para dar forma a una novela que, según él, siempre mantuvo bajo control. "No me he dejado dominar por los personajes, aunque muchas veces sí que he sentido que ellos tenían el control", apostilla un novelista que el 21 de febrero protagonizará una cita literaria -a partir de las 19:00 horas- en la Casa de la Parra de Los Realejos en torno al libro que acaba de publicar con Neys Books.

"El hecho de ser mi primer libro y formar parte de los primeros proyectos de un sello editorial de nueva creación es un doble riesgo, pero me gusta la idea de que alguien que no me conozca decida realizar una apuesta por mi escritura", agradece al editor Juan Andrés Herrera.

Juan Jesús Pérez no oculta que sus maneras literarias ocultan una realidad que está próxima a cuestiones que condicionan al ser humano. "Siempre he tratado de huir de artificios literarios que están alejados de mi realidad. No me gustan las formas barrocas; prefiero describir sentimientos que tenemos cerca", declara un autor que considera que "el arte no debería ser nunca tan expresivo, sino dejar un margen para que pueda ser interpretado". En este sentido, tiene claro que uno de los retos que se ha propuesto con este libro es hacer reflexionar al lector. "Me conformaría con que uno solo parara de leer para meditar sobre una de las ideas que expongo".

El novelista norteño admite que sus gustos lectores no tienen una gran amplitud, pero sí que le gusta releer a los autores que le han proporcionado buenos ratos literarios. "Los grandes deben ser releídos para asimilar los contenidos de una lectura que son vitales para un lector", destaca un consumidor habitual de los textos de Borges o Alessandro Baricco.

Pérez García compara dar forma a una novela con ese nacimiento que has controlado desde las primeras semanas. "Al acabar un libro experimentas un deseo de libertad indescriptible; es como un parto", revela un docente que sabe que a partir de ahora está en manos de otros. "Yo sé que esta novela podría tener otro recorrido con un enfoque distinto, pero es la historia que quería transmitir. Hay gente con rigor literario que me ha comentado que tiene un buen planteamiento y, sobre todo, que está bien contado pero en estos momentos estoy expuesto a un gran número de personas que van a interpretar lo que he escrito de distintas maneras. Eso es algo que se va aprendiendo a medida que se gana experiencia como novelista", concluye.