Joven, preparado, tinerfeño e ingeniero industrial que se ha especializado en el diseño de vehículos. Aunque Pablo González de Chaves ha desarrollado su carrera profesional en Europa, trabaja para conseguir realizar su trabajo desde Canarias.

¿Cómo se pasa de la ingeniería industrial al diseño de vehículos?

Realmente estudié ingeniería industrial pensando que podía trabajar en esto algún día. Tras finalizar la carrera en la que ya hice mis primeros estudios, en Barcelona realicé un máster en diseño de vehículos de transporte. Inmediatamente después tuve la oportunidad de hacer unas prácticas en el centro de diseño de Seat. De allí en Madrid trabajé en el diseño de una suspensión delantera para una moto. Un proyecto que la empresa ofreció a BMW. En Italia estuve trabajando en Lamborghini y conseguí la beca Cajastur Fernando Alonso para realizar un máster para ingeniería de automoción de competición.

Parece una profesión elitista.

Aquí no hay mucha gente. Sin embargo, en Inglaterra hay una industria muy grande.

¿El diseño de motos es solo estética?

En el diseño el aspecto funcional es muy importante. Hay que tener en cuenta muchísimos factores. Sobre todo porque en las motocicletas es mucho más importante la unión de la máquina con el conductor. En el vehículo hay una parte estética que va por fuera y no tiene por qué ver con el diseño del interior. En la moto, todo es uno.

¿Es posible desarrollar esta profesión en el Archipiélago?

Cuando acabé el máster en Inglaterra tuve una pequeña colaboración de un carenado de una moto de carreras y me vine a trabajar en Tenerife en una empresa llamada Tohqi Europa que ha puesto en el mercado scooters eléctricos. Durante tres años trabajé con ellos desarrollando sus motos. Tanto la que salió a la venta como otra que, aunque se realizó el diseño desde cero y está acabado, no vio la luz por problemas económicos. Ahora me toca trabajar como freelance. Veremos si tengo que hacer las maletas. Espero que no.

Hay que darse a conocer...

Aquí no se conoce mucho mi trabajo. Pero en e l mundillo de la moto parece que sí. Internet también ha permitido que se conozca. En 2006 publiqué una web en la que he ido mostrando mis trabajos, blogs especializados han ido publicando algunos proyectos míos y a partir de ahí he recibido emails o llamadas y aunque muchas no llegan a nada, otras acaban en trabajos. Al contactar con otros profesionales para desarrollar proyectos he visto cómo me conocen por algunos de mis trabajos. También he empezado a hacer presentaciones como en Pechakucha, donde mostré mi último proyecto que he desarrollado. Quería hacer una moto diferente y de ahí que toda la electrónica y baterías estén en la caja que da su presencia a la moto. No solo es un ejemplo práctico, la moto funciona muy bien.

¿Es el tuneado una opción profesional en el diseño industrial?

Podría ser, aunque con un enfoque completamente diferente. Trabajo en un proyecto de un cliente que quiere modificar una moto y que va más allá: se trata de crear un kit de modificación estética para el modelo.

Un proceso por etapas

El diseño requiere largas sesiones en el ordenador y otros trabajos. Las propuestas se plasman en modelos 3D que parezcan reales. Tras el visto bueno del cliente se inicia el proceso de fabricación creando los planos y la fabricación de las piezas, que requiere una precisión matemática. Tras recibirlas, se ensamblan y se realizan los últimos ajustes. Una motocicleta eléctrica es un proyecto que puede llevar desde tres meses por una modificación estética, a más de un año si el diseño parte de cero.