Dos tinerfeños, Luis Guirado e Igor Modino se encontraban hace unos meses en la chicharrera calle Ramón y Cajal tomándose unas cañas mientras rememoraban los videojuegos de un ordenador mítico en los 80 por sus prestaciones, el Amiga-500. En lugar de quedarse solo en el recuerdo que marcó una época de la informática decidieron trabajar en cómo crear un dispositivo que sea capaz de revivir esas experiencias. "Todos los que tuvimos un Amiga lo guardamos y junto con él una caja llena de disquetes de videojuegos. El problema es que no se pueden leer en un ordenador tradicional y hemos creado este pequeño ordenador que soluciona el problema", indicó Igor Modino en Radio El Día.

Armiga emula un viejo ordenador al mismo tiempo que se adapta su conexión a los dispositivos existentes en el mercado. Cuenta con una salida de vídeo HDMI para mostrar los juegos en pantallas grandes; dos puertos USB para poder utilizar joysticks, teclados, ratones, o conectar discos externos; conexión de red ethernet; y un puerto para tarjetas de memoria SD. Una de las principales ventajas que es permite iniciarse con el sistema Android por lo que también permite navegar en internet, leer el correo electrónico, disfrutar de ficheros multimedia o conectarse a las principales redes sociales.

En la segunda década del siglo XXI en el que casi todo se almacena en la nube el trabajo más laborioso ha sido rescatar los viejos disquetes. "Hemos desarrollado desde cero el sistema que sea capaz de leer discos antiguos y genere una imagen digital de su contenido que pueda ser almacenada en tarjetas de memoria o dispositivos USB", indicó Luis Guirado. De esta forma los nostálgicos que conserven su colección de discos podrán cargar sus juegos copiándolos en una tarjeta SD.

Fabricar un dispositivo no es un proceso rápido ni barato. "Por nuestra cuenta hemos realizado la investigación para la creación de los prototipos, tenemos cuatro funcionando muy bien. El problema estaba en llevar el producto al mercado. Los clientes potenciales son muy limitados y en Canarias más. Muy pocos están dispuestos a comprar una máquina solo para jugar. Correr con los gastos de fabricación y de su comercialización nos resultaba inviable. Por ese motivo hemos lanzado una campaña de crowdfunding en Indiegogo y así obtener la financiación y venta de forma adelantada", destacó Modino.

Los que pudieron disfrutar de este ordenador en la época dorada de la informática de los 8 bits son personas entre 30 y 55 años, o aquellos interesados en la retroinformática, la época anterior al dominio de los PC. Por ese motivo en este mes estarán en Retro Madrid donde podrán enseñarlo y convencer así a nuevos clientes que se sumen a los que han conocido este proyecto desde páginas de referencia como TechCrunch, Engadget, o Xataka y que ya han realizado su aportación. Curiosamente, de las aportaciones recibidas desde al menos 13 países, España ocupa una de las últimas posiciones.