"Me tienen corriendo de lado a lado, pero no me voy a quejar", dice el cantante y compositor puertorriqueño Luis Fonsi (1978) en el despegue de una entrevista en la que analiza aspectos claves de una trayectoria artística que ya dura 17 años. "Mi primer paso en España lo di en Tenerife. Y esto no es un recurso literario, sino que en realidad la Isla fue el primer territorio español que pisé como artista", asegura un intérprete que el 2 de junio promocionará en esta capital el contenido de su disco "8".

Tenerife ha sido un enclave especial en su trayectoria profesional, ¿no?

Tenerife fue la primera puerta que abrí en Europa. Aquí se dieron mis primeros conciertos, mis primeras promociones, mis primeras firmas de discos... Una parte de lo que soy como músico se lo debo a Tenerife.

¿Cuál es el secreto de la buena relación que existe entre Canarias y Luis Fonsi?

Conectamos bien desde aquel primer concierto en Tenerife -en el año 2001- y eso ha ido aumentado con el paso de los años. No sé explicar lo que ha ocurrido, pero lo cierto es que las Islas son un lugar en el que siempre me he sentido bien recibido. Aquí no me considero un extraño.

¿Hasta qué punto le ayudaron esos movimientos de ida y vuelta que históricamente han existido entre el Archipiélago y Sudamérica?

La respuesta profesional no la sé, pero es evidente que Canarias tiene un sabor latino muy presente. El público isleño tiene mucho de lo que se percibe en mi país de origen aunque, a su vez, cuenta con una cultura musical privilegiada por ser un lugar estratégico entre varios continentes. El acento, la manera de ser de los canarios y el cariño que me dieron cuando no era nada en Europa es algo que permanece vivo dentro de mí.

¿Cómo es el disco "8"?

Es un álbum muy maduro y un poco diferente a los anteriores. Soy de los que creen que los pasos hay que darlos siempre hacia delante, pero eso necesariamente no debe suponer una renuncia a lo que has hecho con anterioridad. El trabajo se presenta el 19 de mayo y tiene alguna sorpresa -grabó un tema con Juan Luis Guerra dedicado a su hija de dos años- porque en él hay de todo. Estoy loco por compartir con el público este disco.

¿Satisfecho de esa evolución?

Eso es algo inevitable porque los artistas cambian y, sobre todo, experimentan muchas veces en busca de ese camino correcto que quiere recorrer junto a sus fan. Unas veces aciertas en tus decisiones y otras no, pero lo más importante es estar convencido de las medidas que debes tomar. No me agradan los cambios drásticos; hay que arriesgar pero sin perder al público que ya tienes. La música es como la moda, siempre tiene que estar en movimiento para que no pierda su frescura.

¿Lo que nadie puede decir ya es que Luis Fonsi sea un cantante de moda?

Esto es algo a lo que aspiramos todos los músicos, es decir, los cantantes no queremos ser un artista de moda que solo

funciona por efecto de una buena racha. A mi no me vale de nada despachar un millón de discos y ser considerado una moda pasajera. Yo prefiero la consistencia del que sabe que aún está construyendo su carrera artística. El día a día es crucial cuando eres consciente de que aún debes ir quemando etapas como intérprete.

¿La ilusión por evolucionar es mayor que la crisis que afecta a la industria discográfica?

En estos 17 años he tenido la fortuna de vivir momentos de esplendor y cambios dramáticos de la magnitud de los que se viven en la actualidad. Los duros golpes económicos que se han llevado países como España y, por supuesto, la piratería digital no han sido buenos compañeros de viaje en los últimos años. Las nuevas tecnologías, no obstante, también han propiciado experiencias interesantes para autores poco conocidos que no tienen el respaldo de una gran discográfica.

A pesar de las ventas, de los discos, de una legión de fans que no para de crecer... ¿sus pies siguen bien "atados" al suelo?

Todo lo que hago trato de que sea consecuente con una idea que me han transmitido desde mis orígenes como artista: siempre he intentado tocar el cielo sin levantar los pies del suelo. Esta perspectiva no ha cambiado con el paso de los años, ni con los premios que he recibido. El éxito no me ha cambiado mi perspectiva sobre lo que he luchado por este sueño.

¿En qué punto se encuentra su carrera profesional?

Yo me siento más cómodo que nunca escribiendo y enseñando las canciones al público, pero ni estoy en la mitad del camino ni en la cima de la montaña. Este es un viaje largo que hay que saber disfrutar porque todos los días te encuentras con algo por aprender. No tengo prisa por llegar al final de este camino porque mi único deseo es seguir enamorando a los fan canción a canción. Me falta por hacer todo. En ningún momento he dicho, ya llegué, lo logré o estoy cómodo... Esas ganas por buscar nuevo caminos no me faltan. Si tuviera que explicar lo que siento en estos momentos le diría que es una sensación parecida a la que viví la primera vez que actué en Tenerife. Ahí fuera está todo por descubrir.

¿Pero no tiene la sensación de que el tiempo está pasando demasiado rápido?

A mí se me ha ido volando... No puedo decir que no lo haya aprovechado porque todo lo que soy es fruto de un trabajo que está por concluir. Con "8" no he reinventado nado, simplemente, decidí buscar un cambio que tiene que ver con mi momento personal. En este disco hay sentimientos que no estaban en los anteriores y que tienen que ver con uno de los cambios que se han dado en mi vida: el nacimiento de mi hija. Ha sido un proceso lento y duro, pero ya está en marcha.